El Cuerpo considera necesario seguir haciendo un “máximo esfuerzo de concienciación y vigilancia” hacia estos de la “mala influencia” que tanto el alcohol y las drogas tienen sobre la conducción, así como de los daños físicos y personales que se pueden llegar a producir, derivando en denuncias administrativas e incluso penales. Es por todo ello por lo que el Cuerpo ha reforzado los controles en este aspecto, a fin de evitar males mayores.
Entre el dos y el ocho de agosto, la Policía Local de Melilla realizó una campaña de control y vigilancia de alcoholemia y drogas en conductores.
Una campaña que consideran necesaria, puesto que, según explica, sigue siendo necesario hacer el “máximo esfuerzo” de concienciación y vigilancia, por cuanto tiene un importante impacto en la seguridad vial, el concienciar a las personas que van al volante de la “mala influencia” que tanto el alcohol como las drogas tienen sobre la conducción, así como de los daños físicos y personales que pueden llegar a producir, derivando además de ello, en denuncias de tipo administrativas e incluso penales.
Así pues, entre los riesgos que conlleva conducir bajo los efectos de las drogas o el alcohol están que estas pueden anular las capacidades de conducción y aumenta las probabilidades de causar un siniestro al volante. De hecho, según la cantidad y la combinación de sustancias el riesgo de accidente se puede multiplicar hasta por 200.
Entre las combinaciones más letales están: alcohol (0’5-0’8 gramos por litro) y cocaína (x2-10); alcohol (hasta 0’5 g/l), cannabis, opiáceos, benzodiazepinas y similares (x3); alcohol (0’8-1’2 g/l), anfetaminas y la combinación de otras drogas (x5-30); y la más grave que combina alcohol (más de 1’2 g/l) con otras sustancias (x20-200).
110 pruebas realizadas a conductores
Ante estos números, la Policía Local ha reforzado e incrementado los controles de alcoholemia y drogas en conductores con el “máximo de medios humanos y materiales disponibles”.
De las 110 pruebas realizadas a conductores, tan solo 11 estaban bajo la influencia del alcohol, de los cuales nueve acarrearon sanciones administrativas y dos de carácter judicial.
Por otro lado, de las 48 pruebas de drogas que se realizaron, ningún conductor dio síntomas de estar bajo la influencia de alguna sustancia.