Un agente de la Policía Nacional destinado en el Grupo de Asilo del Puesto Fronterizo de Beni Enzar intervino con éxito en el auxilio a una mujer siria que estaba sufriendo un ataque epiléptico. Los hechos sucedieron a las 14.20 horas del 9 de diciembre. Un grupo de personas de origen sirio, que se encontraban en una sala de espera habilitada para los peticionarios de asilo, comenzó a gritar pidiendo auxilio. Inmediatamente, un agente destinado en este servicio salió de la oficina en que se encontraba y observó que una mujer estaba a punto de precipitarse por unas escaleras. La mujer, que no era consciente de sus actos, sufría fuertes convulsiones y arrojaba abundante secreción por la boca. Al ver que se acercaba peligrosamente a unas escaleras, el policía dio un salto y, corriendo él mismo grave riesgo, se interpuso entre ella y el borde de la escalera, evitando que la mujer se cayera. Seguidamente, no sin esfuerzo, el agente consiguió controlar a la víctima y la colocó en posición de seguridad al objeto de evitar la aspiración de sus propias secreciones. Dado que seguía teniendo convulsiones, para evitar que se golpease la cabeza contra el suelo, le colocó una prenda de vestir debajo y la sujetó con firmeza pero sin hacer excesiva opresión. Mientras tanto, otra agente adscrita al Grupo de Asilo había llamado a una ambulancia y una intérprete de árabe prestaba auxilio al agente, tranquilizando a la mujer en su propio idioma. Pasados unos minutos, la mujer fue recuperando la consciencia y se dio cuenta de lo sucedido. La víctima, una ciudadana siria de 52 años de edad, explicó a la intérprete que sufría de epilepsia y agradeció al agente su ayuda.El personal sanitario de la ambulancia del 061 que acudió al lugar encontró a la mujer estaba prácticamente recobrada, felicitando al agente por su buena intervención y por sus conocimientos de primeros auxilios.
