La demanda de personas sin recursos que acuden a Cáritas Interparroquial ha crecido un doce por ciento en el último año, lo que supone mil personas más, según detalló a este diario la directora de Cáritas, Pilar Illázquez, que además de constatar un aumento en el número de familias cristianas que acuden a la Iglesia Católica en busca de ayuda, afirma que "la pobreza afecta a todos los melillenses por igual, sean cristianos o musulmanes". Illázquez agradece a los melillenses su ayuda para la importante labor social que se realiza, atendiendo las necesidades de miles de familias en nuestra ciudad que precisan pagar el alquiler o la luz, o alimentos básicos. De junio de 2014 a junio de 2015, que es cuando Cáritas hace su balance anual tras la celebración del Corpus, se constata que ha aumentado en un doce por ciento la demanda de peticiones de ayuda que ha recibido la Iglesia Católica de personas sin recursos e Melilla. "Estamos hablando de 153 familias nuevas, con lo que llegamos a 410 familias atendidas, de las que 257 llevan más de tres años con nosotros. Estamos hablando en total, con estas mil, de 9.648 personas en total", dijo. Las demandas van desde ayudas al pago de alquiler, a la entrega de alimentación o la compra de medicamentos.
Pobreza
"Esto significa que ha aumentado el número de personas que han acudido a los despachos de las cáritas parroquiales e interparroquial a pedir ayuda. Esto supone atender a mil personas más pero con el mismo presupuesto. A aquellas personas que no podíamos atender porque nuestros recursos son limitados, las derivábamos a los estamentos públicos o a ongs para que no quedaran desprotegidas", afirmó Pilar Illázquez. Reconoce que cuando los medios impiden atender a más personas "muchas veces sientes impotencia, porque vienen familias con grandes problemas y no les puedes ayudar".
El dinero llega a través de las cuotas de los socios y las donaciones, que han crecido "muy poco", así como de los convenios con la Ciudad Autónoma, que también han aumentado: "Son 55.000 euros para el programa de erradicación de la pobreza, 240.000 euros para el programa de intervención, 45.000 para el ciber y 59.000 euros para las colonias". Pero a pesar de estas cifras, se han visto obligados a tener que derivar a personas a otros servicios porque "no tenemos presupuesto", aunque sí que se busca poder atenderles en alguna cuestión puntual mientras, por ejemplo, están a la espera de recibir la ayuda familiar que concede el Servicio Público de Empleo Estatal o los pueden incluir los servicios sociales.
Explica Pilar Illázquez que el aumento en el número de beneficiarios y peticionarios de ayuda son familias melillenses que vivían en la península y que tras quedar sin trabajo y perder las ayudas sociales, han regresado a la ciudad. La mayoría de estas nuevas familias que acuden a Cáritas son cristianas, que se suman a una amplia mayoría de familias de religión musulmana que venían siendo atendidas ya por la organización. No obstante, manifestó que "la pobreza afecta a todos los melillenses por igual, sean cristianos o musulmanes", y es que la crisis ha sacudido con fuerza tanto a los que más tenían como, de forma especial, a los que menos tenían.
Solidaridad
Aclaró que Cáritas Interparroquial no es una ong, sino que es la Iglesia Católica al servicio de la caridad la que atiende a quienes más lo necesitan, por ese motivo dio las gracias a la población melillense por "su solidaridad, en especial, con nosotros". "Dar las gracias a los melillenses de buena voluntad, sin distinción, que se acercan a nosotros con la seguridad de que todo cuando den va a ir dirigido a quien más lo necesita". Pilar Illázquez animó a que las personas interesadas en colaborar se hagan socios, porque además de contribuir al bienestar de muchas personas, podrán beneficiarse además de descuentos en el IRPF".
Las cuotas de los socios hacen posible "que muchas familias puedan pagar el alquiler y tener un techo bajo el que cobijarse". Dijo que aunque las donaciones de alimentos son siempre una bendición, la ayuda económica es también fundamental porque "las familias tienen que tener, por ejemplo, gas para cocinar lo que les damos, o luz, o dinero para que ellos puedan hacer sus compras, y darles así la posibilidad de ser autónomos, que puedan mantener su dignidad". Indicó que hay muchas familias que "por vergüenza no acuden a Cáritas a pedir ayuda, y es algo preocupante".
Por último indicó que Cáritas está al servicio de todos cuanto lo necesiten. Así, la de Santa María Micaela atiende los martes a partir de las diez y media de la mañana. El Sagrado Corazón, los martes desde las cinco y media. La de San Francisco Javier, los miércoles, a las cinco. San Agustín, de lunes a viernes a partir de las nueve y media de la mañana. La de la Purísima Concepción, los martes y viernes de diez y media a una de la tarde, y finalmente Cáritas Interparroqual en la Calle Roberto Cano, todas las mañanas de lunes a viernes.
