Los dos individuos están acusados de un delito de robo con violencia. Según el denunciante, ambos le agredieron cuando se negó a darles tabaco. No obstante, uno de los procesados afirma que fue al revés, y el otro asegura que sólo intervino para separar a los dos hombres. Uno de los acusados admitió que sí golpeó a la presunta víctima. El segundo procesado argumentó que intervino en la pelea para tratar de separar a los dos individuos, asegurando que no agredió a nadie en ningún momento.
Según denunció el perjudicado, ambos le propinaron patadas y puñetazos ante su negativa de darles tabaco. Además, afirmó que le robaron 120 dirhams. Sin embargo, la versión del primer acusado es totalmente opuesta. Según expuso, fue él quien recibió un golpe al decirle que no le iba a dar más de un cigarro. “Te lo juro. Yo tengo mujer e hijos. Soy trabajador”, intentó convencer a la juez.
También declararon los agentes de la Policía Local que intervinieron. Según coincidieron los funcionarios, se encontraron a los tres individuos peleando, por lo que fueron reducidos. Cuando estaban en el suelo, uno de los acusados fue hasta donde estaba la víctima para propinarle un cabezazo a la altura de la cara, según relataron. “Había golpes. Había sangre”, afirmó uno de los agentes.
Aunque los abogados de los acusados defendieron la presunción de inocencia de sus clientes, el fiscal reclamó la pena de tres años de cárcel para cada uno de ellos. La juez declaró que el caso quedaba visto para sentencia.
