La Guardia Civil sorprendió al individuo cuando intentaba subirse al barco con destino a Almería portando en el interior de la furgoneta 11 kilos ocultos de hachís, valorados en 32.000 euros. No obstante, el acusado defiende que fue la víctima de un engaño, ya que, según su versión, terceras personas le contrataron para que fuese con ese mismo vehículo a recoger chatarra a la Península. Por su parte, la fiscal le reclama una pena de cuatro años y cinco meses de prisión, además de una multa de 60.000 euros. El Ministerio Fiscal solicitó para el acusado por un delito contra la salud pública una pena de 4 años y 5 meses de prisión, además de una multa de 60.000 euros. El individuo, sin embargo, manifestó que había sido la víctima de un engaño y que, aunque fue sorprendido con 11 kilos ocultos de hachís en su vehículo, desconocía que la furgoneta fuese cargada de droga.
Según se expuso en el Juzgado de lo Penal número 2, la droga hallada por la Guardia Civil estaba oculta en el doble fondo de la puerta del conductor y también en la del copiloto. El acusado fue sorprendido por los agentes de la Guardia Civil cuando trataba de viajar en un buque con destino Almería el pasado mes de enero, portando la sustancia que, en total, estaba valorada en 32.000 euros. La furgoneta, además, estaba a nombre del detenido.
No obstante, el individuo declaró que él había sido contratado por otra persona para viajar a la Península, donde recogería chatarra para traerla a Melilla. Según su versión, la misma persona que supuestamente le contrató a cambio de 500 euros fue la que compró la furgoneta y, mediante un contrato falso, la puso a nombre del acusado, siempre según su testimonio. Aseguró también que desconocía que el vehículo fuera cargado de droga, y que tampoco lo había sospechado entonces.
También declaró el agente de la Guardia Civil que interceptó la droga, quien especificó que estaba bien oculta en la furgoneta, por lo que no fue un plan «elaborado en poco tiempo».
Por su parte, la fiscal recriminó al acusado que esta versión no había salido a la luz hasta su ingreso en prisión, ya que el hombre se negó a colaborar con la Guardia Civil el día de los hechos y tampoco llegó a facilitar ningún dato de los que expuso en la vista durante la fase de instrucción. Por todo ello, reclamó para el individuo una sentencia condenatoria. El letrado, a su vez, pidió que se respetara el principio de inocencia de su defendido. La juez tendrá que decidir.
