¡Pena, penita, pena! Esa es la sensación que está dando la U.D. Melilla jornada tras jornada, en una categoría en la que le cuesta competir y que le queda grande. Así, este domingo encajó la tercera derrota consecutiva del campeonato con otra nueva goleada, esta vez ante el San Fernando CDI por 4-1, en un encuentro en el que los gaditanos ganaron con gran comodidad y liquidaron el partido en dos ‘fogonazos’ en los instantes finales de la primera mitad y en otros dos al principio de la segunda parte. Los melillenses están completando, si no la peor temporada de su historia, sí una de las peores, hundidos en el farolillo rojo con tan solo 6 puntos en catorce jornadas disputadas. (Fotos San Fernando CDI)
Los azulinos comenzaron bien el encuentro, llevando la iniciativa en el juego, aunque sin poner en apuros al meta Diego Fuoli y sí dos tímidas acciones de ataque. El primero en el minuto 3, en un centro de Migue García por la izquierda al que Dani García no llegó a rematar de cabeza por centímetros, y en el 12’, Siddiki centró, por la derecha, pero José Enrique remató, de cabeza, en semifallo fuera.
El Melilla estaba bien plantado, aunque las complicaciones comenzaron con la recaída de lesión de Dani García en el minuto nueve, siendo sustituido por José Enrique en el minuto 9 de juego.
Pese a ello, la Unión Deportiva dominaba el juego y seguía llegando al área rival, aunque esta vez en acciones a balón parado, ya que un córner ejecutado por Migue García, en el 13’, lo remató David Suárez, con la testa, pero el guardameta local evitó el tanto, al atajar el balón de la misma cruceta.
Sin embargo, alcanzado el minuto 20, el San Fernando reaccionó y suya fue la posesión de balón hasta el final del primer tiempo, consiguiendo inaugurar el marcador en la primera ocasión que dispuso en el 41’, en un centro de Biabiany que Aquino remató de cabeza al fondo de las mallas, y en la prolongación, en un penalti inexistente de Caro sobre Biabiany, que se dejó caer en el área y engañó al colegiado. La máxima pena la transformó el propio Biabiany en el 2-0.
En la reanudación llegó la debacle azulina, ya que en el 47’, el Melilla encajó el 3-0 y quedó sin opciones de una posible reacción, aunque fue más bien fue un querer y no poder. Dani Aquino robó un balón cerca del área melillense, pasó sobre Nauel Arroyo y esté lo envió en la boca de gol para que Marcelo Ribeiro lo empujase al fondo de las mallas.
Los locales buscaron una goleada más abultada, aunque antes del cuarto tanto, José Carlos Ramírez estrelló el esférico en el palo izquierdo, en el 58’, tras un remate precioso de cabeza, hasta que en 66’, Dani Aquino marcó el 4-0, un auténtico golazo, que ante la salida de Javi Montoya lo batió de preciosa vaselina.
Por su parte, el Melilla no quería marcharse del partido sin marcar el gol del honor, que consiguió Siddiki en el 86’, tras un penalti cometido por José Carlos Ramírez sobre el propio Siddiki, que batió a Diego Fuoli por la derecha.
