Después de permanecer siete meses en el estudio del artista melillense Francisco Peinado, una talla de Cristo Rey que comenzó su restauración altruista en el mes de octubre del pasado año 2013, nuevamente ve la luz. El pasado día 5, Peinado entregó la pieza restaurada a las monjas Religiosas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, poseedoras de dicha imagen, las cuales residen en el Hospital de Alhucemas (Marruecos). De otra parte, el artista informó de que la próxima exposición de sus pirograbados en Melilla será en noviembre, no en mayo como estaba previsto. "Como siempre, el día acompaño y las horas pasadas en Alhucemas fueron encantadoras. El reconocimiento por parte de las Religiosas Hijas de la Caridad, de la restauración realizada por este artista, fue extraordinario, su sonrisa y su agradecimiento dan por satisfecha mi labor. El pensar que mi trabajo con esta restauración fueron horas intercalas durante los días que duro la ocupación con la imagen, y el suyo son horas continuadas durante las veinticuatro horas que tiene al día, hacen que sea yo el que tiene que agradecerles el trabajo que realizan con las personas necesitadas", dijo Peinado. La imagen del Cristo Rey tiene unas medidas de 70 centímetros de altura, por 45 de ancho en base, tenía carencia de materiales en las manos, falta de bola del mundo en su mano, falta de corona real en el almohadón en base del suelo y corona del Cristo, así como parte del sillón deteriorado por el tiempo y la necesidad de recuperar el policromado de la imagen.
"Aunque en un principio pensaba que en dos meses estaría terminada mi ocupación, se ha prolongado algo más por tener algunos deterioros que en un principio no se le observó a la talla. Las obras solicitadas al artista, distintas a la imagen que estaba restaurando, han hecho que se tardara un poco más, pero mereció la pena. El disfrute que se obtiene con cada una de estas imágenes, las cuales son totalmente distintas unas de otras en su quehacer es reconfortante, la concentración que se tiene en la realización de cada una de ellas hacen disfrutar cada minuto que tus manos modelan cualquier parte deteriorada o recupera el policromado de la figura", comentó el artista. Peinado tiene en mente la restauración de algunas imágenes de la iglesia de Alhucemas, pero que por su tamaño deben ser tratadas en su lugar de origen, teniendo como consecuencia el trasladarse el artista al emplazamiento de ubicación. "Será pronto, pues en pocos meses tendré tiempo de desplazarme a la ciudad de Alhucemas y permanecer algún tiempo en la misma hasta poder restaurarlas, ya que si Dios quiere dispondré de esos momentos necesarios para tal empresa. Siempre contando con el beneplácito del párroco, el cual sé que está por la labor", apostilló el artista.
Aunque en un principio estaba prevista la próxima exposición del artista melillense en mayo, no ha podido ser por falta de espacio en galería. Será en noviembre cuando nuevamente verán la luz los pirograbados de Peinado en Melilla. Sus temas serán de edificios y momentos acaecidos en la ciudad entre los años de 1960 y 1970, y algunos años más atrás. "Algunos recordaremos aquella época, que no fue mejor ni peor que esta del momento pero que fue nuestra, otros podrán observar y conocer lugares y momentos que fueron pero que ya no están. Creo que recordar las cosas pasadas sin nostalgia y con alegría engrandece el momento de felicidad del espectador que las observa".