«Este es un Ejecutivo que obedece a un único interés, la mayoría social de este país, y defendemos la autonomía política y el interés social», ha sostenido al presidente del Gobierno en el Senado
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha finalizado su comparecencia en el Senado de este miércoles sin aclarar si el cese de la exministra de Exteriores Arancha González Laya fue una exigencia de Marruecos, aunque sí ha negado que el Gobierno esté «sometido» a Rabat, tal y como le han reprochado algunos grupos.
El motivo de la comparecencia de Sánchez era informar sobre los planes implementados por el Gobierno en el contexto económico y social de la guerra de Ucrania, y el papel de las administraciones, por lo que la relación entre su Ejecutivo y el de Marruecos no estaba en el orden del día, a diferencia de la comparecencia del presidente del miércoles pasado en el Congreso.
Sin embargo, como ya ocurrió en aquella sesión, algunos grupos han incluido en sus intervenciones la relación entre Rabat y Madrid y han insistido a Sánchez para que clarifique si Marruecos exigió la destitución de la exministra para cerrar la crisis diplomática abierta entre los dos países, ya que el reino alauí considera a González Laya responsable de que España acogiera al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Sánchez no ha aludido a este extremo en ningún momento, pero sí ha señalado que Marruecos «es un socio y aliado estratégico fundamental». Además, ha defendido que su Gobierno no mantiene una relación de sumisión ante «ningún poder».
«Este es un Ejecutivo que obedece a un único interés, la mayoría social de este país, y defendemos la autonomía política y el interés social», ha sostenido.
La relación con Rabat, protagonista
Los portavoces de Vox y Ciudadanos han cuestionado durante sus intervenciones la actual relación del Gobierno con Marruecos y la destitución de González Laya. Así las cosas, ambos le han urgido a despejar «qué se trae» con el reino alauí.
La portavoz de Vox, Pepa Rodríguez de Millán, cree que Sánchez está «sometido» al país vecino. «La relación de su Gobierno con el régimen marroquí es de sometimiento, ellos mandan y usted obedece», ha asegurado.
Además, ha reprochado a Sánchez el «cambio de postura unilateral y sin dar explicaciones» de España respecto a la soberanía del Sáhara Occidental, el «chantaje migratorio» que a su juicio ejerce Rabat o que el PSOE votara en contra de una resolución del Parlamento Europeo para condenar la falta de libertades en ese país. «A quién se debe el Partido Socialista y Sánchez, que ha puesto de rodillas a España frente a Marruecos», ha zanjado la senadora.
En la misma línea se ha expresado el senador de Ciudadanos, Miguel Sánchez, que ha centrado su intervención en el debate en preguntar «qué se trae» el presidente con Marruecos.
Ceuta y Melilla
Tras pedirle clarificar la cuestión del cese de González Laya, el senador ‘naranja’ ha reprochado al jefe del Ejecutivo el «repentino» cambio de España respecto a la soberanía del Sáhara Occidental, recordándole que la política exterior «no es de un gobierno, es del país», por lo que ha de ser «estable». También, ha lamentado que autoridades marroquíes «hablan abiertamente de recuperar Ceuta y Melilla».
De su lado, el portavoz de Más Madrid en el Senado, Pablo Gómez Perpinyà, ha aprovechado la comparecencia para reprochar de nuevo al jefe del Ejecutivo su «giro» respecto al Sáhara Occidental y su nueva relación con Marruecos, advirtiéndole que los ciudadanos irán a las urnas el próximo 28 de mayo con este tema «en la cabeza». Además, incluso ha dado por hecho que el cese de González Laya fue resultado de las presiones marroquíes.
Asimismo, el senador de Más Madrid ha arremetido contra el actual ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, del que ha dicho que «parece más un delegado que un ministro», volviendo a definir a Marruecos como una «dictadura».