“No me gustan las vallas, pero que no hay ninguna democracia que no restrinja el acceso a su territorio y, ya que tenemos esa, mucho peor es la de carácter invisible tras la que la clase política de las listas cerradas y bloqueadas defiende, atrincherada en la carrera de San Jerónimo, sus privilegios”. De esta forma, el exdirector del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, terminaba ayer su columna de opinión en la que hacía un profundo análisis de la valla de Melilla. El conocido periodista hacía un repaso en su artículo de opinión acerca de su reciente visita a nuestra ciudad, adonde se desplazó por la gira de presentación de su último libro, “La Desventura de la Libertad”.
En su análisis, Pedro J. Ramírez se hace eco de la situación actual que vive el perímetro fronterizo melillense, sobre el que tuvo oportunidad de hablar con el coronel jefe de la Guardia Civil, Ambrosio Martín Villaseñor. Según el exdirector de El Mundo, el máximo responsable de la Comandancia melillense le trasladó su preocupación acerca de cómo la presión migratoria empezó a afectar al Cuerpo: “Desmiente los rumores de que ante las críticas de las ONG y la oposición parlamentaria sus hombres adoptaran una actitud de ‘brazos caídos’ pero admite que sin los últimos refuerzos -de unos 600 efectivos ha pasado a 800- la situación se habría hecho crítica: ‘Nuestra moral también fluctúa. Empecé a notar que los agentes se sentían afectados’”, apuntaba Pedro J. Ramírez en su artículo.