Los jóvenes de la barriada dejaron de limpiar tras comprobar que los trabajadores de la empresa contratada se asignaban los méritos, según afirmaron vecinos de la zona. No obstante, después de casi tres semanas de abandono, los parados han vuelto a coger sus escobas y recogedores para que los menores puedan jugar en el parque sin estar rodeados de basura y suciedad. Después de casi tres semanas de abandono, en las que la suciedad seguía multiplicándose día a día, un grupo de parados del Monte María Cristina volvió a armarse ayer con escobas y recogedores para dejarles a los niños del barrio un parque en el que pudieran jugar sin estar completamente rodeados de basuras.
Según se quejó a este periódico uno de estos jóvenes, Mohamed Hadi, hace semanas que dejaron de limpiar la instalación porque los trabajadores de la empresa contratada hacían fotos de la zona como si hubieran sido ellos los que habían hecho el trabajo, siempre según la declaración de este vecino.
No obstante, las condiciones en las que jugaban los más pequeños del barrio no han dejado otro remedio a los jóvenes del Monte María Cristina. “Era un sinvivir ver que los niños iban a un parque en este estado”, reclamó. Por ahora, los vecinos de la zona no saben si continuarán encargándose de su mantenimiento, ya que, hasta el momento, nadie les ha pagado por ese servicio.
Asimismo, Hadi lamenta que, después de que los medios se hicieran eco de que los vecinos se habían encargado de limpiar el parque y del campo de fútbol, los políticos mostraron su disposición a atenderlos pero, pasadas unas semanas, siguen sin recibir ninguna respuesta ni ofertas de trabajo. “Lo lógico sería que si hay parados en el barrio, se les contrate”, continuaba, “la situación es muy mala desde hace mucho”.
En el parque, a modo de protesta, han colgado unas sábanas con reivindicaciones. Leyéndolas se puede intuir la desesperación que sienten los jóvenes (y no tan jóvenes) parados del Monte María Cristina, con frases como “nos tienen olvidados”, “huimos de la marginalidad” o “tenemos derecho a un trabajo digno”. Ellos no se olvidan de todas las promesas que, hasta el momento, continúan en el aire.
