Estás ahí. Arriba. No sabemos si nos miras o simplemente vas de paso hacia otra constelación desconocida. Estás ahí y te vemos. No como eres, sino como aparentas. Una simple luz. Un simple destello, que al ser distinto a los que conocemos nos invade una sorpresa y una gran ilusión. Se habla de ti cada día más. Se dicen cosas que pueden ser verdad o pueden ser palabras, pero siempre se dicen con esperanzas.
Porque algo en nosotros nos impulsa a desear que vengas. No sabemos por qué, tal vez porque hayamos perdido la fe en nosotros mismos y deseemos que venga alguien a darnos un poco de ella. Somos una familia mal avenida. Necesitamos intermediarios. Necesitamos dioses. Miramos al cielo de una forma distinta a como antes lo hacíamos. Antes nos habían dicho que todo estaba aquí. Que un hombre de aquí tenía las llaves de allí y entonces, al ver cómo marchaban las cosas de aquí, habíamos perdido la esperanza de allá. Por eso, ovni, tú, aunque sólo sea de paso, estás creando en el ser humano una nueva forma de mirar al cielo. Una forma nueva, fresca, reciente y audaz. Una nueva forma de ver, que más allá de la propia incapacidad, imposibilidades nuestras, se acrecienta y vive otra razón de ser. Aquí todo estaba acabado y encerrado por los poderosos de siempre. Poder que le era transmitido, y los pobres, desamparados e impotentes, eran pasto de la guerra o pasto de la paz. El cielo y la tierra eran de la misma persona. Hoy no. Hoy ovni entabláis una separación mágica, invisible, a nivel de creencia y el hombre nace de toda esa muerte anterior de impotencias.
Un rey puede ser rey aquí pero en el cielo tal vez no tenga entrada, porque en el cielo hay cosas que no se saben ya qué son. Y el hombre terrenal, el que fue y es pasto de la guerra y de la paz, mira cada noche y cada amanecer, a ver si tiene suerte de ver un ovni que le fije en la distancia una razón distinta a su esclava situación terrenal.
OVNI estás ahí. Arriba En la verticalidad de todas las cosas. En los cimientos profundos, de la vida. En el techo de todas las mansiones. Más allá de las coronas y los disparos. Más alto aun que la fama, el dinero y el amor. Estás libre y te mueves como jamás nadie pensó que te podías mover. Es asombroso, dicen los que han tenido la suerte de ver cómo vences la gravedad del mundo que vivimos.
¡Buenos días y Buena suerte
