La segunda noche consecutiva de disturbios se prolongó en la madrugada de ayer durante seis horas y se extendió por diferentes barrios periféricos. Las barricadas comenzaron en el Tiro Nacional, como en la noche del domingo al lunes, pero después se extendieron a Averroes, Las Palmeras y la Cañada de Hidum. El despliegue de seguridad de la Policía Nacional permitió detener a otros dos individuos, aunque uno de ellos por menudeo de drogas en el Tiro Nacional que, a priori, no parece que estuviera involucrado en los desórdenes públicos de los que sí se acusa a los tres detenidos en la primera noche y el cuarto arrestado ayer. Según informaron a MELILLA HOY fuentes policiales, el detenido ayer por su presunta relación con los disturbios es un joven nacido en Marruecos, pero con nacionalidad y residencia en Melilla, de apenas 20 años de edad. El otro detenido es un melillense de 49 años que fue sorprendido por la Policía Nacional en el Tiro Nacional con estupefacientes, entre ellos numerosas pastillas sin receta y cuatro trozos de hachís.
Fuentes policiales apuntaron que los disturbios de la madrugada de ayer fueron protagonizados por un grupo de entre 30 y 40 jóvenes, que como en la primera noche, incendiaron contenedores, neumáticos, material de obra y rastrojos en varios puntos del Tiro Nacional desde las diez y cuarto de la noche del lunes.
Como en la primera noche
El plan establecido siguió el mismo patrón que en la madrugada anterior, con el sabotaje del cuadro de suministro eléctrico para dejar las calles del barrio a oscuras, lo que provocó una importante alarma entre los vecinos del barrio, que llamaron en masa al teléfono de emergencias 112 para alertar de lo que estaba pasando.
Hasta el lugar acudieron los Bomberos, escoltados por las fuerzas de seguridad, pero tuvieron que darse la vuelta por la lluvia de piedras, botellas de cristal y otros objetos que cayeron sobre el camión. Volvieron horas más tarde, una vez que la calma volvió al barrio tras la actuación policial.
Los jóvenes alborotadores, que iban encapuchados, estuvieron durante varias horas con los gritos, insultos y lanzamientos contra los agentes, causando daños en algunos de los vehículos que estaban en la zona. Las patrullas de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional lograron devolver la luz y la tranquilidad a las calles del Tiro Nacional sobre las dos de la mañana, pero a continuación tuvieron que actuar en Las Palmeras, donde se había formado otra barricada junto al colegio León Solá con dos contenedores cruzados en llamas, y sobre las 3.50 horas en el acceso a la Carretera de Hidum.
El consejero también estuvo
La Policía Nacional dio por finalizados los disturbios sobre las cuatro y media de la madrugada, seis horas después de haberse iniciado. En la zona estuvo también el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, y dos patrullas de la Policía Local para cortar el tráfico en la rotonda del Tiro Nacional y el final del Polígono.
