José Pablo Otaolea Revilla, exdelantero de la desaparecida Sociedad Deportiva Melilla, regresó este fin de semana a la ciudad autónoma con motivo del encuentro entre veteranos del Athletic Club y Melilla, medio siglo después de su paso por el club local. Lo hizo como integrante del equipo de veteranos del conjunto bilbaíno, rememorando una etapa clave de su carrera y su vida, ya que durante la temporada 1974-75 prestó el servicio militar en la ciudad mientras defendía los colores melillenses.
Otaolea expresó su emoción por volver a Melilla, donde dejó una grata huella en los aficionados: “Han pasado ya 50 años desde que me licencié, y en cuanto me comunicaron la posibilidad de venir a jugar contra los veteranos de Melilla, hice todo lo posible por estar. Para mí es un auténtico placer volver después de tanto tiempo”.
El exfutbolista recordó con especial cariño su paso por la S.D. Melilla y a las personas que marcaron aquella etapa: “Guardo muy buenos recuerdos, sobre todo de personas que hoy ya no están con nosotros, como Paco López, el presidente, y Pepe Lechero, que para mí fueron como dos padres. También de algunos compañeros de equipo que ya fallecieron, como Martínez, el portero, Paco Delgado, el lateral, o Montesinos. Esta mañana he podido reencontrarme con otros antiguos compañeros como Escobosa y Alcoba, y ha sido muy especial”.
Tras su etapa en Melilla, Otaolea regresó al fútbol vasco y jugó en clubes históricos como el Athletic Club o el Cádiz. “Después de Melilla fiché por el Athletic y luego jugué en Primera con el Cádiz. Cerré mi carrera en el Barakaldo durante cuatro temporadas. Dejé el fútbol siendo aún joven, ya que empecé a trabajar y era complicado compaginar ambas cosas”.
En su etapa como delantero de la S.D. Melilla, subrayó que dejó una gran impresión, tanto por su rendimiento como por los goles. “Llegué con 21 años y me fui con 22. Por lo que percibo, la gente quedó contenta con mi rendimiento. Jugaba de delantero centro y uno de los partidos que más recuerdo es el último de Liga, cuando vencimos aquí al Marbella por 1-0. Aquella victoria evitó su ascenso a Segunda División. Fue un momento de sentimientos encontrados: alegría por el triunfo, pero cierta pena por haber frenado a un equipo con jugadores importantes”.
Por último, indicó que mantiene su vínculo con el club de San Mamés a través de su equipo de veteranos. “Sigo muy ligado al Athletic. Estoy involucrado en la organización de actividades con los veteranos y prácticamente dedico todo mi tiempo a ello”.