Con viento favorable y con espíritu de lobos de mar, una encomiable tripulación de ciudadanos melillenses se han dirigido a lo largo del pasado fin de semana al Cargadero del Mineral para embarcarse en una trepidante travesía por los siete mares y ayudar a la Nao Victoria, un barco bajo el mando de Juan Sebastián Elcano, a completar la vuelta al mundo, convirtiéndose en la primera nave del mundo en lograr tal gesta en el siglo XVI.
La fascinación al poner el pie en este fabuloso barco era palpable en cada miembro de la tripulación. A babor, a estribor, en el camarote del capitán o en las bodegas, los melillenses exploraron cada rincón del célebre navío, inmortalizando el momento con una fotografía para el recuerdo.
Asimismo, y a falta de oro y botín en las bodegas, los ciudadanos quedaron maravillados con otros tesoros que contenía el barco, como su propia forma, estructura, armaduras, espadas, vasijas y un sinfín de objetos y artilugios.
Construida para la Exposición Universal de Sevilla (1992), la Nao Victoria es la única réplica del barco original que, hasta la fecha, ha completado una vuelta al mundo (2004-2006).