La Junta Local de Seguridad ha acordado llevar a cabo nuevas medidas de seguridad para ejercer un mayor control sobre los menores extranjeros no acompañados que se niegan a ser tutelados por la Ciudad Autónoma en el centro de acogida, y que invaden a diario la zona restringida del puerto comercial para intentar introducirse como polizones en los buques que conectan Melilla con la península. Según explicó ayer la Delegación del Gobierno, son alrededor de 40 los menores extranjeros no acompañados que están en esta situación y que, según la Delegación del Gobierno, provocan “un clima de inseguridad” en la ciudad.
Por el momento se desconoce qué medidas se van a llevar a cabo porque la Delegación del Gobierno, en su comunicado, optó por no hacerlas públicas con carácter previo a su puesta en marcha alegando razones de seguridad.
No obstante, precisó que se encaminarán, “dentro de la legalidad vigente y con la cooperación y supervisión de la Fiscalía de Menores”, con el objetivo de garantizar la integridad física de estos niños y adolescentes, en su mayoría marroquíes, dados los “graves riesgos” que asumen en sus intentos continuos de camuflarse en los barcos como polizones.
Estas medidas, que prevén “actuaciones de repercusión positiva en el desarrollo de la Feria”, también buscan “evitar la conflictividad social y el clima de inseguridad que se ha generado entre la sociedad melillense”, explicó la Delegación del Gobierno.
La Ley de Infancia
La Junta Local de Seguridad, presidida por el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, se reunió ayer con la presencia de los principales mandos de las distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, representantes de la Policía Local y los consejeros de Seguridad Ciudadana y Bienestar Social, Isidoro González y Daniel Ventura, respectivamente.
En este encuentro se analizaron las posibilidades que abre la nueva Ley del Menor, desde ayer en vigor, y qué prevé una potestad reglamentaria para la Ciudad Autónoma de Melilla encaminada a adaptar la normativa a las singularidades de la realidad fronteriza de nuestra ciudad.
