Acudo, no sé si invitado, auto invitado o cualquier camino intermedio, al acto, el viernes pasado, de constitución de la octava Asamblea de la CAM. Tomo algunas notas durante el acto. El Secretario general abre la sesión. Juran o prometen los 25 diputados. Casi todos aplaudidos tras jurar o prometer. Juanjo Imbroda fue el último en jurar: aplausos antes y aún más nutrido después.
Elección del presidente. Cada cabeza de lista se pronuncia: todos dicen No, menos Juanjo, que Sí se presenta. Se vota: Amin: abstención. Vox: abstención. Fatima Kaddur: ¡abstención! Los demás, lo previsto. Resultado: el previsible, la proclamación como presidente de Juanjo Imbroda, formalmente pendiente solo de la formalista ratificación Real..
Elección para vicepresidentes de la Asamblea: dos, mediante votación secreta, pero leída después, Maria José Aguilar, Azmani, Elena Fernández Treviño y Rachid Bussian son presentados. Aguilar, resulta elegida vice presidente primera, con los votos del PP. Rachid segundo, con los cinco votos de CpM. Juró María José, prometió Rachid. Quedó, poco antes de las 13 horas, definitivamente constituida la Asamblea, el órgano legislativo de la Ciudad Autónoma de Melilla. ¿ ¿Se inicia una nueva época, que es lo deseable y necesario, o habrá más de lo mismo -lo de los últimos cuatro años es impensable e irrepetible? Que es deseable y necesario cambiar, ya lo sabemos; lo que ocurrirá, ya lo iremos viendo y contando.
Veo en MELILLA HOY unas fotos mías felicitando “efusivamente” a Juanjo Imbroda, tras su reelección presidencial. Bueno, no sé si nos saludamos efusivamente o no tanto. Sí sé que, como amigos que somos, él se alegra de lo bueno que me pasa, como yo me alegro, personalmente, de lo bueno que le ocurre a él, lo que no excluye que lo que hace como político a veces me parece bien y otras mal. Lo que espero y deseo, por el bien de todos los melillenses y por el de mi amigo Juanjo Imbroda también, es que, con su nuevo cargo, nos proporcione más motivos de alabanza que de crítica.
Tezanos, sin vergüenza
Tezanos, el que preside la empresa pública CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas, nada menos) es un profesional inasequible a la vergüenza, incansable en la sumisión al amo de su partido, incontenible en el peloteo…con nuestro dinero.
El CIS depende del Ministerio de la Presidencia, tiene 81 empleados y un presupuesto anual de 12,66 millones de euros. Hace encuestas electorales, que eran fiables antes de Tezanos y que son motivo de risa, o de asco, ahora. Lo que predijo en las recientes elecciones municipales y autonómicas -un triunfo arrollador del PSOE- resultó tan distante de la realidad que cualquiera que no hubiera sido Sánchez-Tezanos habría abandonado intento alguno de mantenerse en su puesto. Como se esperaba, Tezanos no lo ha hecho, ni demuestra la más mínimo intención de acudir al propósito de enmienda. Desde el PP ya se ha afirmado que una de las primeras medidas que tomarán si ganan las elecciones -lo que, según Tezanos, nunca ocurrirá- es destituir al sin-vergüenza presidente del CIS.
Posdata
Una greguería de Ramón Gómez de la Serna: La muerte es como cuando va a salir el tren y ya no hay tiempo para comprar periódicos. O para comprar libros, añado yo.
Extraordinario el espectáculo teatral de una versión del Quijote y los libros en el Hospital del Rey de la asombrosa Melilla la Vieja. Sé que a mucha gente, por diversas razones, no le cae bien, sino todo lo contrario, la ya ex consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño. Yo le tengo cariño personal y creo que es evidente que en su área cultural lo ha hecho, en general, muy bien en estos últimos cuatro años. Lo que vi el viernes en el Hospital del Rey fue una obra teatral asombrosamente inteligente, sin tener que invertir dinero excesivo (creo yo).
