La existencia de dos polos comerciales en Melilla tras la apertura a medio plazo de una gran superficie cerca de la frontera hace que la Ciudad Autónoma quiera retomar “con más intensidad que nunca” su proyecto del centro comercial abierto, del que forman parte todos los establecimientos de la Avenida Juan Carlos I y sus calles adyacentes. El Gobierno local empezará este mismo otoño la tarea con “novedades” que pretenden facilitar el acceso de los melillenses a las tiendas y bares que hay en el triángulo de oro modernista. Una de las medidas más importantes será la apertura del parking de Isla Talleres, que cuenta con 707 plazas. El siguiente paso será la implantación de la zona azul en el centro, pero habrá más “actuaciones de apoyo de cara al futuro próximo” para que el comercio tradicional siga manteniéndose tras la llegada del centro comercial, dado que ambos polos “pueden y deben ser compatibles” en Melilla, subrayó Conesa.
El portavoz destacó la “magnífica oportunidad” de esta inversión, que asciende a 50 millones de euros y que es “de las más importantes” de la historia reciente de Melilla. Ello conseguirá, además de crear empleo, “dar un marchamo de modernidad” a nuestra ciudad. Por ello dijo que prefiere ver en este caso “la botella medio llena”, ya que “creemos que de aquí se van a sacar consecuencias positivas para la ciudad”.
De igual modo, agradeció el apoyo de la oposición al centro comercial el pasado viernes en la Asamblea, “pero no la demagogia que han hecho con este tema, porque parece que les cuesta aprobar algo que es muy positivo”.
