“Melilla Hoy” daba cuenta en su edición del pasado miércoles, con acompañamiento de fotografía, en la que aparece también el presidente de la Ciudad del premio que fue a recibir el célebre dramaturgo melillense Fernando Arrabal, concedido por la Casa de Melilla en Madrid y que tuvo lugar, nada menos que en el Ateneo de la Capital de la Nación. Con todos mis respetos para Arrabal, conocido a nivel mundial por sus ámbitos artísticos, literarios y culturales, de gran importancia por su fama mundial y “melillense que ejerce de melillense” por donde va.
Pero de todo eso a como se presentó a recoger el galardón –cuando vi la foto creí que se trataba de un auténtico payaso-… ¡Después se critica al impresentable Pablo Iglesias por la forma que le vimos en la audiencia que le concedió el Rey Felipe VI! Los payasos para los circos. ¿O no?
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Fueron varias personas, no una, ni dos, ni tres, sino varias las que me llamaron por teléfono a mi domicilio para decirme que estaban totalmente de acuerdo con mi artículo relacionado con lo que cobran las compañías aéreas por cada maleta a quienes, peninsulares, viajan a nuestra ciudad, 30 euros por cada una y viaje, todas ellas expresando sus disconformidad. Pero me pregunto yo: ¿por qué todos los que resulten afectados por semejante y descarado robo no se reúnen y protestan la queja correspondiente ante quién pudiera conseguir algo, por ejemplo, el Sr. viceconsejero de Turismo, Mateo, con dirección en la Ciudad Autónoma?
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Se ha publicado que ha originado una gran satisfacción en el Banco de Alimentos por la campaña de recogida en Melilla, que luego será distribuido ante las familias más necesitadas. Unas recogidas que igualmente están haciendo otras asociaciones o grupos benéficos, caso de Cáritas, Cruz Roja y ciudadanos particulares. Quienes, al menos que yo sepa, aún no han aparecido en tal recolecta, son Podemos, Ciudadanos, POE y Coalición por Melilla, que tanto clama cuando tienen que tocar al alto índice de pobreza que padece la ciudad, y no me refiero al Gobierno de la Ciudad porque, como es sabido, se vuelca en dicho menester todos los años a través de Bienestar Social. Unos alimentos que, como igualmente nadie ignora, se reparten en el 80% de los casos en familias necesitadas de la Comunidad Musulmana.
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Una de deportes: Titular en las páginas deportivas de “Melilla Hoy”: “Los decanos aburren”. Se refieren a los equipos Club Baloncesto Melilla y U.D. Melilla que, por las crónicas, llevan una trayectoria más penosa que gloriosa. Yéndome al fútbol, pues tengo que decir que, en relación de los primeros compases del Campeonato, este no es mi Juan que me lo han cambiado y todo porque los chicos del Sr. Uribe no le hacen un gol a once borrachos, pese a que él –el técnico- después de cada encuentro sigue con la misma cantinela: los muchachos se han entregado a tope, han hecho lo que han podido por conseguir la victoria, el terreno no está en buenas condiciones.
Déjese de tanto paño caliente, Sr. Uribe y a encontrar la forma que alguno de sus chicos acierte con las metas adversarias porque, de lo contrario la cosa pinta más bien negro que blanco.
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¡Cuántos habrán pasado ya por el mismo sistema: metidos en un saco, un bolso o una bolsa de plástico! A ellas, las presuntas madres les importa una mierda que las criaturas mueran en intento de pasar a tierra civilizad. Habrán captado que me refiero al nuevo caso de la mujer argelina que el otro día intentó entrar en Melilla (¡entraría, por supuesto…, pues buenos somos aquí!) con un aniña de unos nueve meses en una bolsa, diciendo, cuando fue descubierta, que ella era su madre. Pues si es tu hija ¿por qué ocultarla de forma tan inhumana que lo hacías? ¿Pues saben lo que estoy pensando, que de la misma forma que esta argelina y antes la marroquí, cuántas criaturas de forma ilegal habrán entrado en Melilla procedentes de Marruecos o Argelia? Estoy seguro que la tira.
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“Melilla registra 3.338 entradas irregulares en lo que va de año, un tercio de todo el 2015, en lo que respecta a inmigrantes, según datos que ha facilitado el Ministerio del Interior a Amnistía Internacional”. Ahora se explica que el censo de ciudadanía en nuestra ciudad aumente cada semana y, además, que los pasos fronterizos y las alambradas son una puñetera mierda. Lo único que falta ya es poner unos cartelitos en dichos pasos y en las alambradas que digan: Pasen ustedes, que están en su casa.
Yo comprendo que la situación de la mayoría de esos inmigrantes les lleva, si fuera preciso hasta jugarse la vida por salir de la situación en la que se encuentran, pero, pienso también, que a quienes hay que meter mano es a los gobiernos de donde proceden por parte de las grandes potencias. En fin…
