Sabéis que no soy mucho de escribir en redes sociales, pero hoy es de esos días que uno se siente orgulloso de ser entrenador de baloncesto. No pudimos ascender, pero sí estoy convencido que todos dimos en esta fase de ascenso lo mejor de cada uno de nosotros.
Le hemos dado sentido como equipo a una serie de valores, como el sacrificio, el esfuerzo y el trabajo. Me siento muy agradecido a esos treinta melillenses que corearon el nombre de Melilla en ese coqueto Pabellón, por no hablar de estos «gladiadores» que lo dieron todo por defender los colores de mi ciudad, que también es la suya, a pesar de algunos impresentables que cuestionan la identidad de mi tierra. Gran equipo, que nunca tiró la toalla. Gracias a los jugadores y al staff técnico, por haber regalado a mi ciudad y a mi gente la mejor temporada de nuestros años en la Liga EBA. Gracias a todos los que nos apoyáis: la familia, el colegio, la directiva, la Ciudad, la federación, los políticos y los medios de comunicación. He entrenado a muchos jugadores, y de todos estoy muy agradecido y orgulloso, pero lo vivido en Murcia es para quitarse el sombrero. Sabéis que no soy de mucho prometer, pero si os puedo asegurar que la temporada que viene intentaremos ascender a la LEB Plata en nuestra ciudad, para dedicárselo a todos esos melillenses que aman nuestro deporte. Pepe, Sabela y Manolo, después de tanto tiempo fue un placer volveros a ver y hablar de nuestra Melilla que tanto queremos, que sepáis que se os echa de menos. Disculpad por el ‘ladrillazo’, pero os recuerdo que los grandes equipos son aquellos que después de haber caído se vuelven a levantar, y ese equipo sin ninguna duda es el CAM Enrique Soler. ¡Nos vemos en el Pezzi la temporada que viene! ¡Oé, oé, oé Enrique Soler!
Javier Nieto, entrenador del CAM Enrique Soler
