No sólo me refiero sobre el césped, también en los despachos, en las federaciones, en las aficiones, en los medios de comunicación, que en más de una ocasión encontramos periodistas deportivos convertidos en verdaderos hoolingans antes que en profesionales, que tratan de ejercer una información lo más objetiva posible. Presenciamos programas televisivos donde esto que digo, lo sufrimos en debates interminables y cansinos, periodistas con la bufanda de su equipo como bandera de su trabajo. En fin.
El Mundial es un auténtico escaparate de pasiones, las altas, donde el colorido se apodera de partidos para todos los gustos, y de las bajas, observando comportamientos de futbolistas y equipos técnicos que exceden los límites de cualquier razón. El penúltimo, porque desconozco si presenciaremos otros, el mediático mordisco de Luis Suárez. Este chico debe tener algún tipo de complejo de Hannibal Lester, pues lleva varios mordiscos que sepamos a lo largo de su carrera. La diferencia es que hoy en día con la cantidad de cámaras que te siguen por todos lados, y captan el más mínimo gesto, se atreva a seguir haciendo una acción tan difícil de catalogar. Sancionado ejemplarmente esta lamentable acción, sólo me preocupa el ejemplo que haya dejado a tantos niños que practican este deporte de masas.
Los futbolistas, como otros deportistas, deben saber que son espejos donde millones de niños y jóvenes de todo el mundo imitan sus movimientos, sus palabras y sus manías. Es verdad que están sometidos a grandes presiones, pero esto no les exime del daño que pueden llegar a hacer con esas malas actitudes. Y hay que denunciarlo, y advertirles que por ese camino no pueden seguir. Y es una lástima, pues grandes futbolistas quedan manchados por esos comportamientos en vez de su talento, como es el caso de este jugador.
El Mundial sigue su camino. Se vivirán grandes momentos, pero intuyo que seguiremos presenciando grandes momentos con otros deplorables, dentro y fuera de los estadios, o en los túneles de vestuario donde son lugares que suelen estar fuera del alcance de las cámaras, y que sin embargo a veces son campos de batalla de los instintos más bajos.
El fútbol necesita grandes dosis de nobleza, pero sobre todo de educación.
Pinceladas
1- Del Bosque. La memoria corta que tanto nos hace ser peores. El hombre más aclamado de nuestro país y de muchos lugares del mundo. El más reclamado por empresas para impartir conferencias, el mas utilizado como marca empresarial. El más llamado para todos los programas, fueran o no deportivos. Tras el Mundial, casi nadie lo quiere. Piden su dimisión, su cese, o tal vez algún tipo de linchamiento público en la plaza principal del pueblo. Todo muy "humano". Sólo le queda un refugio, su familia, los demás miran para otro lado. Miserias humanas.
2- Barça campeón. La liga ACB, ya tiene a su campeón. Tiene mérito que el Barça que no partía como favorito lo haya conseguido. El Madrid empezó a perder su final desde semifinales. La crispación ha presidido su juego. Haber hecho el mejor baloncesto europeo de la temporada no le ha sido suficiente para rubricarlo con títulos. La Copa del Rey ha sido demasiado poco trofeo para lo mostrado.
