Por Antonio García Castillo / Médico jubilado (Exjefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Comarcal)
El Alcohol como bebida es tan antiguo como lo es la historia del ser humano y es posible que la producción de vino en los primeros tiempos hizo cambiar al hombre, de nómada a sedentario, para poder cultivar las vides. Las bebidas con alcohol, especialmente el vino, siempre han estado vinculadas con lo divino y se asociaron a rituales religiosos.
Los Egipcios rindieron culto a Osiris por darles a conocer el vino, la Biblia relata el episodio de la borrachera de Noé, parece ser que para celebrar el fin del Diluvio Universal, con el vino obtenido de una vid que él mismo plantó, los Griegos veneraban a Dioniso (dios del vino) y los Romanos a Baco, por último en el Cristianismo se consagra el vino para convertirlo en la sangre de Cristo.
El alcohol puede llegar a convertirse en Toxicomanía legalizada pues aporta buenos impuestos al Estado y como tal toxicomanía produce adicción o necesidad imperiosa de beber, dependencia física y psíquica, tolerancia o “aguante” y síndrome de abstinencia.
La intoxicación producida por el alcohol puede ser Aguda (borrachera) que suele ser esporádica o Crónica (que llega a originar el alcoholismo) si persiste durante largo tiempo produciendo problemas socio-sanitarios importantes, tales como Accidentes (35-55 % de tráfico y 20-30 % laborales), Conductas violentas (30 % de violencia doméstica y 40-50 % de homicidios), Aumento del gasto sanitario (en Atención Primaria y Especializada, aumento de ingresos hospitalarios), Absentismo laboral.
¿Cuál es / son los motivos para beber?. Al principio de forma experimental para conocer a qué sabe y qué sensaciones produce, por un componente social (celebraciones, reuniones, para no ser rechazado por el grupo), por acompañar a un estado de ánimo (“ahogar las penas”, celebrar las alegrías) y con toda esa serie de motivos se llega al “porque me gusta” y nos metemos en un callejón sin salida si ese “me gusta” cada vez es más frecuente y con mayor cantidad de bebida y de graduación alcohólica.
Cada bebida tiene una graduación alcohólica diferente, que viene indicada en la etiqueta de la botella como % del volumen y con este dato se puede obtener los gramos de alcohol puro que tiene una cantidad determinada de una bebida determinada mediante la fórmula,
Gr de alcohol = Cantidad en cc o ml x graduación alcohólica x 0,8 / 100 (Ej: 250 ml de vino con un 13 % de graduación alcohólica)
Gr = 250 ml x 13 x 0,8 / 100 = 26 gramos de alcohol puro.
Cada gramo de alcohol puro produce 9 calorías, de lo que deducimos que si tomarnos 250 cc de vino de esa graduación nos va a aportar, 26 x 9 = 234 calorías, cantidad nada despreciable en casos de sobrepeso u obesidad.
Sabemos desde bastante tiempo que el alcohol es fuente de numerosas enfermedades y trastornos tales como Cirrosis hepática, Pancreatitis, Obesidad, Diabetes Tipo II, Hiperlipemias, Demencias, Encefalopatías, Neuropatías, favorecedor de algunos tipos de Cáncer, Trastornos del sueño, Disfunciones sexuales y en el Embarazo (Bajo peso al nacer y Síndrome de deprivación del Recién Nacido), algunas de ellas con secuelas permanentes y con posibilidad de complicaciones que pueden poner en peligro la vida.
La prevención está basada en un Consumo responsable, que en el Hombre no debe superar los 30 gramos diarios y en la Mujer los 20. Es preciso intensificar las Campañas sanitarias y publicitarias en contra del alcohol, así como revisar las políticas de precios, promover Campañas de deshabituación a través de ONGs, Psiquiatras, Psicólogos, etc, impulsar Campañas de Educación sanitaria en escuelas e institutos.
Pero sobre todo, la mejor prevención es la moderación, ya comentada, y la eventualidad.
Dejo este enlace sobre un Informe de la OMS muy interesante de leer y que por razones de espacio no lo transcribo.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs349/es