La Semana. MH, 26/05/2025
Por: J.B.
“Todos los honores para Modric, ya eres eterno. Carlo (Ancelotti), por su parte, también deja otra huella imborrable. Para mí, el mejor técnico de la historia del Real Madrid. Su listón está en los cielos. No sabemos que nos deparará el futuro Real Madrid. Sólo puedo decir: gracias por hacernos disfrutar tanto todos estos años” (Álvaro Benito, exjugador del Real Madrid y exentrenador de la cantera blanca).
Todos los honores para Modric, ya eres eterno. Carlo (Ancelotti), por su parte, también deja otra huella imborrable
Reconozco que lloré y me emocioné (con los años me voy haciendo más sentimental) el pasado sábado con la despedida de Modric, Ancelotti y Lucas Vázquez (también se despidió el central Vallejo, pero su caso es diferente y no puede ser comparable).
La gran mayoría del público asistente también estaba muy emocionado/agitado y se percibía en el ambiente una gran sensación de vacío, como si el barco (en este caso, el mejor club del mundo, el Real Madrid) fuese a naufragar a partir de ahora sin tres pilares vitales en la historia reciente del Real Madrid. Algo parecido sucedió con la marcha del gran Toni Kroos (presente en el acto, su sentido abrazo con Modric recibió, merecidamente, la mayor ovación de la noche).
Dada la impresionante magnitud de dos de los principales protagonistas del acto de homenaje que tuvo lugar en el Bernabéu el pasado sábado (Modric y Ancelotti o Ancelotti y Modric, que lo mismo da), me dio un poco de pena de Lucas Vázquez, ya que quedó en un inmerecido segundo plano (que él acepto sin problemas, como no podía ser de otra forma dado su carácter. Para él prima el Real Madrid por encima de todo y todos). Fue un soldado con más de 400 partidos en el equipo (más de la mitad, de titular), que salió de la cantera, que ha dado todo lo que tenía y que ha impregnado a su alrededor el orgullo de formar parte de un equipo especial (el que más seguidores, con diferencia, tiene en el mundo).
La pregunta que viene al caso es: ¿Por qué se les quiere tanto a Luka, Carlo o Lucas?
Valoremos la magnitud de los dos protagonistas principales del pasado sábado: Luka Modric es, con 28, el jugador con más títulos (sólo Carvajal, con 27 podría superarle) en la historia del Real Madrid y Carlo Ancelotti es, con 15, el entrenador con más títulos en la historia del mejor club del mundo, el entrenador con más Champions League (5) y, además, el quinto del mundo con más títulos.
La pregunta que viene al caso es: ¿Por qué se les quiere tanto a Luka, Carlo o Lucas? Cada uno tendrá su respuesta, pero no creo que vaya a diferir demasiado de la mía: Porque son buenas personas; porque siempre han puesto al club (la empresa que les paga y que les ha permitido ser tan grandes) por encima de ellos mismos, porque sienten el escudo y lo defienden a muerte con deportividad; porque (aunque se querrían quedar más tiempo) entienden la postura del club de hacer un cambio generacional (que no se sabe, como en todos los cambios, qué resultado dará) necesario; porque hemos sufrido/disfrutado con ellos las derrotas/victorias; y, sobre todo, porque (Modric dixit) gracias a ellos sucedieron muchas cosas buenas que ahora terminan (no podemos evitar llorar), pero que nos alegraron el alma y la vida a millones de madridistas.
¿Quién se acordará, en el futuro, de la gran mayoría de nuestros políticos?
¿Quién se acordará, en el futuro, de la gran mayoría de nuestros políticos? ¿Quién se acordará, en unos años, de Sánchez (si no es para vilipendiarlo), de Rajoy (buena persona, pero muy pasivo), de Felipe González (que tuvo cosas buenas y malas, con sonoros casos de corrupción incluidos), de Aznar (que arregló una herencia económica envenenada, pero no supo contactar con la gente), de Puigdemont (que ha intentado/conseguido dividir a la sociedad catalana en dos partes: los nacionalistas y los españoles/los otros), etc.? Seguramente, cuando no estén, nadie derramará ni una lágrima…
