El presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Miguel Marín, ahondó ayer en el triple beneficio que supone el puente arco por el que finalmente se ha optado para llevar a cabo la ampliación del puerto. El más importante, en palabras de Marín, es que no se verá afectada ningún ejemplar de patella ferruginea, todo lo contrario de lo que sucedía con las otras cinco alternativas que a lo largo de estos años ha ido estudiando la Autoridad Portuaria y que finalmente han terminado siendo descartadas. Además, destacó que el diseño del proyecto favorecerá el desarrollo de esta especie protegida, por lo que el número de lapas, lejos de disminuir como ocurría con las otras posibles opciones, se incrementará en un futuro. Marín explicó por qué con el puente arco, la afección directa sobre la patella es cero. La razón principal es que los cimientos del puente que conectará el espaldón del puerto con las 25 hectáreas nuevas que se ganarán al mar estarán en la parte seca. De esta forma, al no estar los pilotes del puente en la zona intermareal, ninguna lapa se verá afectada.
Se evita así lo que sucedía con otra de las fórmulas que barajaba la Autoridad Portuaria, la del puente viga, que aunque sería más sencillo de hacer que el puente arco, hubiera afectado a 343 ejemplares, lo que equivale al 1,41% del total de las 24.251 patellas que hay en la escollera del puerto. Este diario atribuía ayer por error estas cifras de afección del puente viga al puente arco, con el que en realidad habrá cero patellas afectadas, tal y como dejó claro ayer Miguel Marín.
Puente viga vs puente arco
Otra de las diferencias entre el puente arco y el puente viga, que permiten al primero compatibilizar la ampliación del puerto con la protección de la patella ferruginea, es la longitud. El puente viga hubiera separado entre 8 y 12 metros la escollera de la zona ampliada del puerto. El puente arco, sin embargo, será más largo, ya que medirá unos 50 metros. Marín explicó que eso permitirá la entrada de corrientes en el pasillo de mar que quedará entre el espaldón del puerto y la ampliación, lo que también beneficia a los más de 24.200 ejemplares de esta lapa que viven en esas escolleras.
Las condiciones que se crearían con la ampliación del puerto basada en el puente arco tendrían otra ventaja, y es que se evitaría tener que intervenir de forma inmediata en la escollera del dique de abrigo para reparar la degradación que vienen sufriendo en las últimas décadas, una obra que hubiera sido necesaria de no haber ninguna ampliación del puerto para evitar que el puerto actual se terminara perdiendo. Esta actuación sobre la escollera hubiera supuesto una inversión de 6 millones de euros, pero además, habría afectado a 1.787 lapas. Con la ampliación del puerto enfrente, separada a 50 metros por el puente arco, ya no sería necesaria esa actuación en la escollera.
Proliferación de la patella
Marín añadió otra ventaja para afirmar que este proyecto básico de la ampliación del puerto es “triplemente positivo”. En concreto, señaló que la Autoridad Portuaria aprovecharía la zona de ampliación del puerto que quedaría frente a Melilla la Vieja para recrear 400 metros en talud con la inclinación y rugosidad que necesita la patella ferruginea para vivir en ella. De esta forma, la zona ampliada del puerto ayudaría a la proliferación de la especie habilitando una nueva escollera similar a la que ya existe en el espaldón, donde viven 24.251 ejemplares.
Se desconoce por ahora cuántas lapas podría albergar esa nueva zona creada, aunque Marín apuntó que muchas si se tiene en cuenta que el espaldón, que es un poco más largo que esos 400 metros nuevos en talud que se recrearía, alberga actualmente tantos miles de ejemplares, la mayor parte de todos los 35.034 que viven en los 12 kilómetros de costa de Melilla.
