Fuentes médicas han desmentido en declaraciones a este Periódico las acusaciones de negligencia médica que el pasado miércoles hizo la familia de Nayra, la niña de tres años que murió en la madrugada del 24 de enero tras recibir el alta en el servicio de Urgencias del Hospital Comarcal. Además, niegan que el médico que atendió a la pequeña fuera «un aprendiz», como afirmó la madre de la niña, María José Fernández. Estas fuentes aclararon que en el Hospital Comarcal de Melilla «no trabaja ningún aprendiz de médico», pues la plantilla está formada por médicos, médicos especialistas y médicos en formación de especialidad, colectivo éste último en el que se encuadra el profesional que atendió a la pequeña a última hora del 23 de enero, en la primera visita de Nayra al hospital.
Según estas fuentes, se trata de un médico que ha terminado su carrera formativa de seis años «con muy buenas notas» y está terminando la especialidad de médico de familia, por lo que negaron las palabras de la madre de Nayra respecto a que fuera «un aprendiz».
También desmienten que en este caso hubiera una negligencia médica o «abandono del paciente»: «Se han cumplido todos los protocolos y se ha abierto una investigación, como siempre que hay una muerte dentro de unos parámetros de edad», señalaron las mismas fuentes.
Asimismo, se preguntaron por qué los familiares no quisieron que se le hiciera la autopsia a a Nayra cuando se les ofreció la posibilidad, y ahora sí estarían dispuestos a hacerla con su correspondiente exhumación.
