La absurda postura de negar lo evidente o intentar disfrazar los datos con interpretaciones de manifiesta demagogia o argumentos de difícil defensa no modifica la realidad cuantificable en datos aritméticos: el Ministerio de Educación ha suprimido en las plantillas provisionales 11 plazas respecto a las existentes el curso pasado. Y no lo dice SATE-STEs, lo publica el propio Ministerio en su página web con unos datos que son tozudos:
Cuerpo de Maestros: el Ministerio ha creado cinco nuevas plazas de Inglés y una de educación Primaria, pero ha suprimido cinco de Educación Primaria, tres de Inglés y una de Lengua Castellana, lo que supone una reducción –y, por tanto, SATE-STEs no se equivoca- de TRES plazas.
Cuerpos de Secundaria y Técnicos de Formación Profesional: el Ministerio crea una plaza de Servicios a la Comunidad, pero suprime dos de Filosofía, dos de Geografía e Historia, una de Griego, una de Dibujo y ¡dos de Lengua Castellana y una de Matemáticas!, o lo que es lo mismo, ha suprimido de las plantillas OCHO plazas.
Una detenida lectura del comunicado de SATE-STEs, que respecto a la no consolidación de las muchas plazas existentes en los centros y no incluidas en las plantillas decía “Podríamos entender como atenuante el hecho de que en esta ocasión el concurso de traslados es abierto al conjunto de los docentes del Estado y podría suponer que funcionarios de más antigüedad procedentes de otras comunidades ocuparan las plazas que hacen falta para que nuestros compañeros y compañeras consigan destino definitivo”, seguramente habría evitado al Sr. Director Provincial refugiarse en el pobre argumento de los sindicatos son “los primeros en quejarse si el Ministerio saca todas las vacantes de los centros al concurso de traslados de maestros de este”. Es que el año pasado, cuando no podían venir a Melilla funcionarios de otras comunidades, el Ministerio también se negó a consolidar las plazas en cuestión.
Pero para SATE-STEs lo más grave del asunto es la supresión de esas 11 plazas existentes en las plantillas desde hace años porque supone una reducción de las plantillas que, en principio, necesariamente se han de cubrir y deja la puerta abierta a no cubrirlas ni siquiera con interinos si el Ministerio así se lo plantea. Y no nos valen excusas como las jubilaciones, pues simplemente se cubren con un nuevo funcionario que solicite la plaza en lugar de amortizarla; ni el reajuste de las plazas por las modificaciones horarias impuestas por la nueva ley: ¿cómo entender que se reduzcan plazas de Lengua y Matemáticas a pesar de que aumenten su carga horaria? Claro, es más fácil de entender si recurrimos al aumento de horas de trabajo del profesorado y el aumento de la ratio saltándose incluso los máximos establecidos por la ley –no hablamos ya del sentido común- para reducir los grupos de alumnos.
