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Nadie se saltó la férrea disciplina de voto partidista

Yolanda Díaz añorando a los 11 millones de españoles que se fueron a Marte
(Lugar: Yolanda Diáz triste por los 11 millones de españoles que se han ido a Marte)

Carta del Editor MH, 28/9/2023

Enrique Bohórquez López-Dóriga

 

Martes, primer día de la investidura-no investidura, de Feijóo. Empezó a las 12 horas y terminó, tras pausa, a las 21h. La amnistía era -o debería haber sido- el fondo inicial y final del debate, junto con el éxito multitudinario de la manifestación anti amnistía en Madrid del domingo pasado. No lo fue.

Larguísima primera jornada. Alberto Núñez Feijóo se mantuvo en un gran nivel, muy por encima del resto de los intervinientes (no era tan difícil, por cierto). Feijóo contra casi todos y casi todos contra Feijóo, el PP, excepto Santiago Abascal. Vergonzosa intervención del que Pedro Sánchez, un tal Puente, colocó en su lugar. Que un tipo como esa bestia parda sea diputado da una idea de hasta qué nivel de bajeza está llegando gran parte de la política española.

Los catalanes independentistas, en su papel de víctimas y arrogándose una representación de Cataluña que las urnas no han confirmado, sino todo lo contrario. Lo de la amnistía y el referéndum separatista ya lo dan por hecho y añaden que eso no será bastante y que, como afirmó la representante de Junts -un esperpento más- ellos no son españoles.

El resultado de la primera votación, el miércoles, fue el previsto: 172 síes, 178 noes. Según lo esperado, nadie se saltó la férrea disciplina de voto partidista

El debate terminó a las 12,30 horas de ayer, miércoles, con una última intervención de Feijóo. “Nosotros vamos a votar de acuerdo con lo que dijimos en nuestro programa electoral”, dijo, en una referencia clara de lo que no está haciendo Sánchez. Resaltó el presidente del PP que más de 11,1 millones de españoles les han votado, a ellos, a Vox, a Coalición Canaria y al Parido Nacionalista Navarro. Perseguimos, dijo, la igualdad de todos los españoles, a diferencia de “uno que no lo ha hecho, no ha intervenido, aunque el que calla, otorga”, el “señor Sánchez”, que “no podría defender hoy lo que prometió hace dos meses, una información que fue hurtada a sus votantes, que ahora que lo saben, votarían otra cosa hoy”, añadió el candidato a la presidencia del Gobierno español, Feijóo.

Impresiones personales, mías. Por ejemplo, la televisión pública, la 1, es una basura sectaria; lo intentan disimular, pero es indisimulable. Estoy convencido de que, después de lo que se oyó y vió, si la votación hubiera sido secreta, en vez de presencial, el resultado hubiera sido otro. Sánchez, que huyó del debate, además de un mentiroso y un dictador, es un cobarde y aterra lo que va a ser de España con él en la presidencia del Gobierno de España, o de lo que quede de nuestro país.

El resultado de la primera votación, el miércoles, fue el previsto: 172 síes, 178 noes. Según lo esperado, nadie se saltó la férrea disciplina de voto partidista. Todo se desarrolló “con normalidad”, según la 1, la televisión pública, con anormalidad, según lo visto y oído. En la segunda votación, el próximo viernes, en la que vale la mayoría simple, el resultado será el mismo, más que probablemente.

Otras opiniones y opciones

Un cohete a Marte con 11 millones de silenciados por Sánchez, proposición irónica de Emilia Landaluce, sobre lo que dijo esa ignorante cósmica que es Yolanda Díaz, la líder de Sumar (Restar, según Feijóo) de que los ricos se estaban preparando para irse a vivir a Marte, dejándonos a los demás en esta Tierra destrozada por la infame derecha, sin tiempo de que el comunismo nos hubiera llevado al eternamente prometido paraíso, nunca vislumbrado.

Que Feijóo le haga el viernes a Sánchez una oferta de abstención del PP, para que el PSOE sanchista -ahora no existe otro- pueda gobernar sin tener que depender de Bildu, Junts y demás separatistas, ni de amnistías, referéndums y demás coacciones

Que -según me transmite un buen amigo, José Luis Vereda, por ejemplo- Feijóo le haga el viernes a Sánchez una oferta de abstención del PP, para que el PSOE sanchista -ahora no existe otro- pueda gobernar sin tener que depender de Bildu, Junts y demás separatistas, ni de amnistías, referéndums y demás coacciones. La respuesta del señor del “no es no” será que no, pero al menos eso será un argumento más para que los maricomplejines vayan abandonando sus complejos de inferioridad ante una izquierda “progresista”, cuyo cuantitativo “progreso” es retroceder en todo, libertades incluidas.

La oposición, ahora -no como antes- es muy fuerte. Si consigue ser dura, muy dura, y, sobre todo, sin complejos, es muy probable que consiga que el Gobierno sanchista-comunista-separatista, dure muy poco

El futuro

La oposición, ahora -no como antes- es muy fuerte. Si consigue ser dura, muy dura, y, sobre todo, sin complejos, es muy probable que consiga que el Gobierno sanchista-comunista-separatista, dure muy poco. Eso ocurrirá si la oposición, encabezada por Feijóo o por quien sea, actúa como lo hace cualquier verdadera oposición en cualquier país democrático. Dar la impresión de que en la oposición se está muy bien -como ha ocurrido en el PP- es un error monumental y una catástrofe para España.

Afortunadamente, y como fondo, estamos en la Unión Europea y podemos contar con ella como tímida, aunque importante, esperanza de control económico de Sánchez, que desmontaría y haría imposibles sus promesas a los independentistas -amnistía, referéndum, pagar la ruina económica de Cataluña, entre otras muchas promesas conocidas o, lo que es aún peor, desconocidas.

 

 

 

 

 

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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