Nacho Aznar marcó el pasado domingo el octavo gol de su cuenta particular, situándose a tan solo un tanto de diferencia del pichichi Chota. El delantero de la U.D. Melilla se mostró feliz por el tanto conseguido ante La Hoya Lorca y confía en alcanzar la cifra de media decena que se marcó el pasado verano. «Estoy contento e ilusionado en conseguir mi objetivo, pero sobre todo quiero ayudar al equipo a que consiga la mejor clasificación posible», en referencia a la Copa del Rey.
“Estamos en una buena dinámica y tenemos que intentar sumar todos los puntos que podamos, es decir, vamos a por todas», aunque reconoció que la cita del próximo domingo «es una complicada salida a Albacete, pero luego disputaremos dos partidos consecutivos en casa, que es donde nos estamos mostrando firmes, y para entonces sabremos cuáles son las opciones reales para la Copa del Rey, aunque pasan por sumar 10 de los 12 puntos en juego».
Sin embargo, se lamentó de las ocasiones desperdiciadas para estar en la parte alta: «Si te acuerdas de los dos puntos que hemos regalado en Lucena y en Écija, donde debimos ganado sí o sí, serían 5 puntos más, y no me quiero acordar de ninguno más lejano, pero de haberlos conseguido habríamos dado un gran salto, pero errores puntuales nos han condenado a no estar ahí arriba».
A continuación explicó cómo se fraguó el gol que le marcó al conjunto murciano, al tiempo que expresó su tristeza por la poca asistencia de espectadores, alrededor de un centenar. «Guille Roldán centró desde la banda derecha y el defensa intentó anticiparse a la acción, pero tras controlar el balón me giré y rematé a gol con la pierna izquierda. Fue una gran alegría marcar de nuevo, pero cuando me di la vuelta y vi las gradas con tan poca gente me dio mucha pena».
No obstante, aprovechó la ocasión para pedirle a la afición que se vuelque con el equipo y recordar así las mejores épocas de la U.D. Melilla, porque este año esperaba más espectadores, tras la apuesta de la Ciudad por los jugadores locales. «La afición tenía que haber dado un plus más. Era una apuesta con jugadores de la casa, lo que supone que pueden traer familiares y amigos, y parece que ha sido justo al contrario. Viene menos gente. Entre todos tenemos que hacer autocrítica, empezar a valorar lo que hacemos bien y mal, e intentar apoyar al equipo. Tarde o temprano la gente tiene que acudir porque es una pena un Estadio tan bonito con tan poco gente», concluyó.
