Unos 25 niños melillenses, hijos de víctimas de violencia de género que reciben también la consideración de víctimas, participan desde que finalizó el curso en actividades de apoyo escolar que se imparten en el centro D2, así como en talleres de coeducación en uno de los pisos de acogida. Según confirmó ayer la viceconsejera de la Mujer, Isabel Moreno, estas acciones formativas se llevan a cabo porque "hay multitud de estudios que dicen que los menores que han vivido en ámbitos de violencia, tienden a repetir patrones en el futuro, tanto como potenciales agresores y potenciales víctimas".
Por ese motivo "es importante la labor que realiza la Viceconsejería de actuar desde la raíz, con talleres que inciden en esa sensibilización y concienciación, en esa educación en valores para que vayan desterrando esos recuerdos y ese síndrome postraumático que pueda existir por la trágica convivencia que han tenido con un agresor". La idea es que "sepan convivir en igualdad con las mujeres y construir asó una sociedad más justa e igualitaria".
Viajes monoparentales
Por otra parte, la viceconsejera anunció que del 4 al 8 de septiembre se llevarán a cabo este año los viajes de familias monoparentales en los que tomarán parte 40 personas, contando a madres e hijos a cargo. Las beneficiarias son tanto mujeres que han sido víctimas de violencia de género como mujeres en situación de vulnerabilidad. En estos momento se procede a la selección de los participantes en este viaje con el que se realiza "una importante labor social porque son mujeres con hijos a cargo y que al carecer de recursos, no podrían viajar", dijo Isabel Moreno.
Se les ofrece, en definitiva, "una experiencia vital tanto para ellas como para sus hijos". Los viajes tienen además "un gran contenido cultural porque se hacen excursiones". A su término, "vienen con una actitud más positiva y ellas más empoderadas, por lo que es importante seguir apostando por este tipo de actividades porque es más que un viaje", afirmó la viceconsejera de Mujer y Juventud.
