Con este título me quiero referir a que me encantaría escribir mucho más sobre Melilla. La Melilla actual, la contemporánea, pero, por desgracia no lo puedo hacer. Son ya unos 24 años más o menos que no la visito, ni por aire, ni por mar y ya me gustaría, pero por unas cosas o por otras han ido pasando los años y solo tengo el consuelo, de haber visto a la familia y algunos amigos por la península. Sí que, como cada día leo el Diario decano MH, me entero de muchas cosas, visiono las fotos de prensa y junto a la cantidad de videos y más fotografías que gracias a Internet podemos contemplar, me voy dando cuenta de que mi Melilla querida, nuestra Melilla del alma ha ido creciendo, cambiando y desarrollándose a través del tiempo. Muchos continúan viviendo allí, otros nos hemos asentado en la Península y algunos son nuevos melillenses, la población también cambia.
Dicho lo anterior, en ocasiones, conforme voy leyendo las diferentes noticias, eso me da pie y argumentos para comentar algo sobre ellas. Ya sabéis, “esto me ha gustado, esto no tanto y otras cosa nada”. Por ejemplo: No me gusta nada, pero nada, todo el “embolicado” asunto de la valla con concertinas, las mafias que al otro lado de la frontera aprovechan este asunto de los inmigrantes subsaharianos, sirios o de donde sean para llenarse el bolsillo a costa de la vida de estas criaturas de Dios, para mí no existe ninguna diferencia entre los que huyen de guerras injustas y salvajes, como los que intentan buscar solo un trozo de pan y algo de agua para sus familias y para ellos. En la mayoría de los casos abandonan sus casas o sus chozas por culpa de gobernantes dictadores, los cuales nadan en la abundancia, mientras su pueblo padece.
Sin embargo, leo gestos como el del guardia civil Javier González Ferrón ( o Javier Ferrón como acabo de leer en M.H.), que salvó a esa niña africana y a su madre en el 2011 de morir ahogadas. Muy bien paisano, ahora padrino de esa criatura, eso te dignifica como persona y a la institución de la Benemérita que representas y como eres melillense o estás destinado allí, me alegro mucho más. Otros, por desgracia, nos hacen sentir vergüenza ajena, asco, incomprensión y rechazo. Me refiero especialmente a este al parecer melillense y español de origen Marroquí que puede ser el presunto asesino de Eva Blanco, dieciocho años ha costado dar con él. Muy bien otra vez, a pesar del tiempo transcurrido por la labor eficaz en este caso también, llevada a cabo por la G.C.
Yo seguiré comentado y dando mi libre opinión sobre lo que me llame la atención de Melilla y de otros lugares también, por supuesto y mientras siga recordando cosas, u otros me las recuerden seguiré en la medida de lo posible, escribiendo sobre la Melilla que yo conocí en aquellos años 50, 60 y del 70 solo ese año ya que a finales marché a buscarme la vida a la Manresa catalana y española aun, confiando siga siendo así, “por los siglos de……amén”.
Otro colaborador hace muy pocas fechas, recordó muy bien por cierto, los bares y cafeterías de nuestra Avenida, cambiante de nombre a través de los años (Alfonso XIII, Generalísimo y Juan Carlos I, ¿La cambiarán y le pondrán de Felipe VI?) y se lamentaba de su cambio, para él a peor, por esa desaparición del California, Metropol, Zaragoza, El Rincón, entre otros, y la proliferación de otros tipos de comercios. Vamos, venía a decir, que no es lo mismo, y yo sin verlo, pero imaginándomelo, tengo que darle la razón. En cierta ocasión, pues llevo algo más de dos años escribiendo y recordando aquella Melilla de entonces, escribí un artículo dedicado solo a esa Avenida (si lo encuentro posiblemente lo volveré a mandar a Redacción por si lo quieren volver a publicar), la de nuestros paseos “roneantes” y miradas “insinuantes” a nuestras buenas mozas y paisanas aquellos sábados, domingos y festivos, incluso, con invitación a diferentes guateques con “cubatas de garrafón”.
Quería comentar muchas más cosas, pero, lo dejaremos para otra ocasión ya que he prometido ser breve en lo sucesivo.
Mucha salud paisanos, más y mejor Melilla y trabajo para todos. Señores políticos, más trabajar, aunar esfuerzos, aparcar partidismos y olvidar rencores. Alguno dirá: ¡Pues no pide nada el Salido este a 80 días de unas generales! Creo que se pierde más tiempo en discusiones poco edificantes que en aspectos positivos. ¡Ah!, por cierto, fuera ya todo lo que huela y recuerde a invasores y dictadores, como muy bien dice otro gran colaborador “desde la otra orilla” mientras saborea unos buenos boquerones.