Los trabajos de modernización de la valla fronteriza de Melilla que está llevando a cabo el Ministerio del Interior con la instalación de los peines invertidos se extiende ya a lo largo de 7 kilómetros.
En una nota de prensa, la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, ha explicado que en esa extensión del perímetro “se han incorporado nuevos elementos para ayudar en la labor de control a las Fuerzas de Seguridad del Estado, como los peines invertidos, y se va a proceder a su instalación en el resto de la valla”. Faltan, por lo tanto, 5 kilómetros para completar la instalación de estos elementos menos lesivos que las concertinas.
Respecto al salto a la valla de este miércoles, el mayor en la historia de esta infraestructura, ha informado de que en total han requerido atención médica 25 agentes de la Guardia Civil y dos los de la Policía Nacional, todos ellos leves, en principio.
La delegada del Gobierno se ha desplazado hasta el centro de salud donde estaban siendo atendidos para trasladarles el agradecimiento y cariño tanto de ella como del ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska.
Con respecto a los subsaharianos, han sido atendidos 20 en el Hospital Comarcal, todos ellos, en principio, de pronóstico leve.
Moh ha puesto en valor la coordinación entre las fuerzas españolas y marroquíes y, especialmente, el trabajo realizado por la Guardia Civil y la Policía Nacional en la contención del salto.
El CETI pasa de tener 50 acogidos a 541tras el salto
Ha hecho un llamamiento a la tranquilidad de la ciudadanía, dado que “los mecanismos del Estado han funcionado” y los subsaharianos que han podido cruzar la valla están ya en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
“Cuando se estaba produciendo el salto, hemos avisado al director del CETI para que estuviera prevenido y pudiera activar todos los mecanismos necesarios para dar respuesta a la situación”, ha señalado.
Además, el trabajo que se había venido realizando con el CETI durante estos meses con los traslados, ha permitido que no exista un problema de sobreocupación en el mismo, dado que, antes de producirse el salto de hoy, solo había medio centenar de residentes en el centro.
