La prohibición un año más, y van cuatro -en esta ocasión bajo el gobierno central del PSOE y el autonómico del tripartito que forman CPM, PSOE y Cs-, de poder pasar borregos desde Marruecos a Melilla y la escasez de corderos en la ciudad -han llegado sólo 3.000 desde la Península cuando son necesarios 6.000 para cubrir las necesidades todas las familias que celebran el Aid el Kebir-, está obligando a miles de melillenses a cruzar la frontera para poder celebrar la pascua cumpliendo con sus tradiciones y sus ritos. Esta situación se está haciendo notar en los puestos fronterizos, donde las colas siguen produciéndose, porque a la Operación Paso del Estrecho (OPE), hay que sumarle los melillenses que se ven obligados a cruzar al país vecino para poder protagonizar el lunes el sacrificio del cordero -en este caso marroquí-, ya sea en casas propias, de familiares, de amigos e incluso de quienes se decantan por alquilar casas únicamente unos días para pasar la fiesta. Es lo que muchos no dudan en llamar “el exilio” anual por la fiesta.