La Semana.
MH, 15/01/2024
Por: J.B.
El pasado miércoles Feijóo estalló contra el acuerdo de Junts y el PSOE que, según difunden a bombo y platillo los nacionalistas catalanes (orgullosos de dejar a Sánchez como una marioneta y de tener a España a sus órdenes/pies), les va a deparar un botín, por salvar a Pedro Sánchez, que supondrá el control total de la inmigración en Cataluña, blindar la amnistía de Carles Puigdemont e impulsar el regreso de empresas (veremos cómo se las arreglan para “obligar” a esas empresas a que vuelvan) a la, de momento (mientras que Puigdemont lo quiera así) Comunidad Autónoma de Cataluña.
Una gran mayoría de españoles asisten/asistimos atónitos al espectáculo dantesco que supone la descomposición de España
Algunas frases de Feijóo (que más adelante reproduzco) no hacen otra cosa que reflejar lo que opina/opinamos una gran mayoría de españoles que asisten/asistimos atónitos al espectáculo dantesco que supone la descomposición de España y la materialización de algo que hasta hace poco parecía lejano: en España va a haber ciudadanos de primera (los que quieran los socios nacionalistas/proetarras/comunistas; una ruidosa minoría) y una gran mayoría de ciudadanos de segunda (el resto de sufridores ciudadanos que verán que tienen menos derechos que los gobernados por los socios mantenedores/sustentadores del sillón de Pinocho).
Frases de Feijóo la semana pasada tras el vodevil (comedia frívola, ligera y picante, de argumento basado en la intriga y el equívoco, que puede incluir números musicales y de variedades) en el Congreso: «No me habría dedicado a la política de haber sabido que consistía en esto», «El Gobierno ha hecho el ridículo mercadeando con los derechos de todos los españoles sin saber los españoles lo que hoy hemos entregado» y «Aterra pensar cómo será cada semana de legislatura».
El fuerte aparato de propaganda de Pinocho funciona a pleno rendimiento intentando convencer a algunos de que lo que todo el mundo ve de color negro es de color blanco; hay miedo, hay terror, hay incertidumbre, hay congoja
Si le preguntamos a cualquier español normal, que no sea un acólito de Pinocho, aplausitos Díaz o seguidor de las ideas de los nacionalistas (que no son todas las personas de sus territorios, por mucho que ellos crean que allí todo el mundo les apoya), sobre lo que está ocurriendo en España, seguramente sus comentarios no diferirían mucho de lo expresado por Feijóo; en cualquier caso, en España, aunque el fuerte aparato de propaganda de Pinocho funciona a pleno rendimiento intentando convencer a algunos de que lo que todo el mundo ve de color negro es de color blanco, hay miedo, hay terror, hay incertidumbre, hay congoja, etc. Esta panda que nos dirige (PSOE y PODEMOS son las marionetas y Puigdemont y compañía son los que mueven a los muñecos) nos lleva a un lugar sin retorno que, con suerte, costará décadas arreglar.
Transferencia de las competencias en sanidad a la Ciudad Autónoma de Melilla
Ha pedido Juan José Imbroda, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, que la sanidad, ahora en manos del gobierno central, pase a ser gestionada por esta. Suena bien, al igual que suena bien que el futuro Hospital Universitario de Melilla vaya a contar con equipos de vanguardia en el campo médico.
Pero un sonido sin partitura no es música. No parece posible que un gobierno central como el actual social- comunista/separatista vaya a hacer caso a Imbroda, porque sus intereses y los de Melilla y los melillenses no coinciden (ni coincidirán). Melilla da pocos votos para mantenerse en el sillón…
Tampoco parece posible que el futuro Hospital de Melilla vaya a estar en uso en breve (por las mismas razones antes mencionadas). Está muy bien que tenga (o vaya a tener) los mejores equipos/aparatos del mercado, pero de nada valdrán, cuando por fin (algo que se ve muy lejano) se abra, porque sin médicos y personal sanitario no podrá funcionar.
Pero un sonido sin partitura no es música. No parece posible que un gobierno como el actual social- comunista/separatista vaya a hacer caso a Imbroda (en la cesión de las competencias en sanidad)
Debe centrarse el gobierno local en lo posible y dejar lo imposible para cuando el gobierno nacional sea más favorable (esperemos que pronto, pero no soy optimista). Lo único que puede hacer la Ciudad Autónoma es crear un marco atractivo para que el personal sanitario (que ahora no quiere venir a Melilla por lo caro que es el transporte, por la falta de centros educativos privados, por la falta de ocio, etc.) encuentre atractivo establecerse en nuestra ciudad. No vale con intentar cosas contra un muro y luego decir que la culpa es de Madrid que no nos hace caso. Se debe hacer lo que se pueda, que es mucho, con los medios disponibles.
