El medio ambiente es un agente clave para Mercadona. La compañía, a través de su Sistema de Gestión Ambiental, realiza constantes esfuerzos para optimizar el uso de los recursos naturales y reducir al mínimo el impacto que su actividad genera en los diferentes entornos en los que tiene presencia. Toda la empresa está implicada de forma transversal en el cuidado del medio ambiente. Si bien, Mercadona cuenta con un equipo específico de 50 profesionales que identifica y analiza los posibles focos de riesgo y centra sus esfuerzos en minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de agua, el vertido de aguas residuales, la generación de residuos y el consumo de materias primas. Mercadona en Melilla cuenta con un supermercado en la calle Marqués de los Vélez 9 desde el 4 de diciembre de 2018, que abrió sus primeras puertas.
La compañía, asimismo, no cesa en su empeño de implantar sistemas de prevención y gestión de dichos impactos para lograr su compromiso de “seguir dando el sí a cuidar el planeta”, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Asimismo, la compañía no cesa en su empeño de implantar sistemas de prevención y gestión de dichos impactos para lograr su compromiso de “seguir dando el sí a cuidar el planeta”, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Contaminación y cambio climático
En su apuesta por la protección y el respeto al medio ambiente, Mercadona está inmersa en el desarrollo de su segundo plan de emisiones, que se enmarca en la estrategia hacia la descarbonización de los procesos de la compañía, fijada para 2050.
Entre 2015 y 2022, Mercadona redujo su huella de carbono en un 38%, según reconoce el certificado ISO 14064. Además, en 2023, pese a incrementar su actividad (en un 5% de kilos y litros más comercializados), el impacto de esta ha seguido en retroceso: en concreto, en un 1% menos de emisiones, respecto a 2022. No obstante, la empresa es inconformista y trabaja para reducir en otro 30% sus emisiones directas e indirectas en procesos propios de a3quí a 2030.
Para alcanzar su objetivo está ejecutando distintas iniciativas como la instalación de placas fotovoltaicas en tiendas, medidas de eficiencia energética en las instalaciones, la eliminación progresiva de los HFCs como refrigerantes hasta la instalación de sistemas de generación de frío por CO2 transcrítico, la gestión inteligente de la flota de transporte o la compra de energía verde en los contratos de suministro eléctrico.
Optimización logística
En cuanto a la reducción de las emisiones derivadas del transporte, Mercadona ha seguido apostando por “transportar más con menos recursos”. El objetivo es que ningún camión viaje vacío.
Aplica para ello la Estrategia del Ocho. Se trata de una serie de medidas encaminadas a que la flota realice su trabajo de forma más eficiente, optimizando el uso del combustible y reduciendo el impacto de su actividad. Entre las medidas adoptadas por Mercadona destacan la recogida directa de mercancía en las instalaciones del proveedor; el aprovechamiento de los viajes de retorno desde las tiendas y hacia el proveedor con envases reutilizables, materiales reciclables o productos que necesiten ser devueltos (la conocida como logística inversa); o la adaptación del diseño de los envases para mejorar el apilado y aligerar la cantidad de envases para transportar.
Por otro lado, la compañía apuesta por una flota respetuosa con el medio ambiente. Por ello, la totalidad de los vehículos contratados son modelos EURO VI. En concreto, la flota está compuesta por 4 camiones eléctricos y 99 camiones de gas que distribuyen a tiendas y cargan en proveedores. Cuenta, además, con el apoyo de 8 bitráilers y 40 megatráilers, así como las 11.500 cargas que durante estos doce meses se han realizado con tren. Por otro lado, la flota propia de furgonetas de reparto de pedidos online y telecompra es bifuel, por lo que se reduce el consumo de combustible.
En el caso de la ciudad autónoma de Melilla, la compañía trabaja con la naviera Balearia para abastecer a diario su tienda. Además, por lo que se refiere a nuestra ciudad, mensualmente salen ochenta y cinco camiones procedentes del bloque logístico de Antequera (Málaga), para abastecer al establecimiento que Mercadona tiene en Melilla.
Al igual que en la Península, estos camiones nunca transportan aire y siempre vuelven al bloque logístico con los envases para reciclar o reutilizar procedentes de la tienda.
Todas estas medidas han permitido a la compañía seguir avanzando en el Plan de Acción Lean&Green España, con resultados que elevan a un total de 173.934 las toneladas de CO2e dejadas de emitir desde el año 2015.
Economía circular
Mercadona realiza importantes esfuerzos para impulsar un modelo de gestión basado en la producción y el consumo responsables, que pasa por la optimización de sus procesos, maximizando el valor de los productos, materiales y recursos, con el objetivo de poder mantenerlos en el circuito de la economía durante el mayor tiempo posible y, con ello, garantizar su máximo aprovechamiento. Igualmente, persigue reducir la generación de residuos siempre que sea posible. Y cuando no lo es, busca soluciones diferenciales e innovadoras que permitan recuperarlos y volver a introducirlos en el ciclo productivo.
Gestión de residuos: reducción y valorización
En el marco de la optimización del consumo de los envases, Mercadona lleva a cabo la separación de los envases comerciales y de sus residuos, tanto en tiendas como en almacenes. Estos materiales, una vez segregados y convenientemente embalados, son transportados por logística inversa hasta los almacenes y plataformas logísticas de la compañía para ser compactados y entregados a recicladores.
De este modo, se consigue que el film plástico vuelva a ser introducido en la cadena, por ejemplo, en las bolsas puestas a disposición de los clientes de Mercadona para transportar la compra, mientras que el cartón reciclado se incorpora en los procesos de fabricación de nuevos envases. Esto contribuye a que el 77% de los envases comerciales de un solo uso contenga material reciclado.
Igualmente, la compañía apuesta por la reutilización de este tipo de envases a través de varios procesos. Este es el caso de las cajas del proveedor Logifruit (las cajas verdes), que tienen una vida media estimada de ocho años, lo que se traduce en la reutilización de cada una de estas cajas hasta 120 veces.
Respecto a los envases domésticos -aquellos que se utilizan y consumen en domicilios particulares-, Mercadona asume su Responsabilidad Ampliada como Productor (RAP) para aquellos productos envasados. Es decir, financia el coste asociado a la gestión de los residuos de envases que dichos productos generan al final de su vida útil.
Dicha responsabilidad queda satisfecha, de hecho, a través de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) de envases. En este mismo marco, la compañía lleva años apostando por la incorporación de material reciclado en los casos en que es posible, lo que ha permitido que en 2023 el 24% del material de los envases domésticos lo sea, con la reducción que ello implica en el uso de materias primas vírgenes. Además, el porcentaje de material reciclado empleado en los envases domésticos ha sido del 20% en 2023.
Para continuar reduciendo el consumo de materiales, como es el caso del papel, Mercadona terminó de implantar el ticket digital en sus tiendas de España el año pasado. Con esta medida, la compañía tiene previsto generar un ahorro anual de 100 toneladas de papel.
Mercadona ha seguido trabajando en el rediseño de los envases de marca propia con el doble objetivo de optimizar la cantidad de material utilizado y mejorar la reciclabilidad del residuo generado. Y en este último caso, y con la finalidad de fomentar la separación adecuada de los residuos en los hogares, ha continuado indicando, a través de pictogramas, el contenedor de destino del residuo en función del material que los conforma.
Biodiversidad
Mercadona es consciente de que, como empresa de distribución, tiene un rol relevante a la hora de fomentar iniciativas que contribuyan a adaptar sus procesos productivos para mitigar el impacto que puedan generar y contribuir, con ello, a preservar la biodiversidad.
Por ello, ha sido la primera empresa del sector que se ha adherido a la Iniciativa Española de Empresa y Biodiversidad (IEEB) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), y ha continuado impulsando medidas específicas en algunas tiendas para preservar o restaurar la biodiversidad e impactos causados por las actividades u operaciones en áreas protegidas. Este es el caso de la integración de cubiertas ajardinadas en patios de manzana y de los jardines verticales en las fachadas para combatir el efecto “isla de calor” y ayudar a conservar la biodiversidad o capturar CO2.
Además, Mercadona mantiene desde hace años una estrecha relación con SEO/Birdlife que se concreta en un proyecto de protección de la biodiversidad a través de la instalación de cajas nido, comederos para aves, bebederos y dos hoteles para insectos en la cubierta ajardinada del supermercado de la Glorieta de Quevedo, en Madrid.
Adicionalmente, la compañía dispone de políticas de compra de productos de la pesca cuyo objetivo es mantener la biodiversidad y proteger los ecosistemas que nos rodean.
Desperdicio alimentario
Dentro de su estrategia de Economía Circular, y dado el volumen de su actividad, Mercadona tiene marcada varias líneas de trabajo contra el desperdicio alimentario. Estas medidas han permitido aprovechar el 99,5% del volumen total del producto de alimentación en 2023.
Por un lado, la compañía desarrolla iniciativas de sensibilización y de formación para trabajadores en la manipulación de los procesos internos. Además, ofrece consejo sobre aprovechamiento a los clientes a través de recetas que publica en sus diferentes canales de comunicación (web y redes sociales).
Todo ello, en línea con el compromiso que Mercadona mantiene con los proyectos coordinados por AECOC sobre desperdicio alimentario (“La alimentación no tiene desperdicio, aprovéchala” y “Semana contra el desperdicio alimentario”), en los que la compañía colabora desde su puesta en marcha para concienciar de la importancia de los alimentos y de la necesidad de aprovecharlos al máximo.
Además de ello, y en el marco de la prevención, cabe destacar la aportación de la política comercial de la compañía, que garantiza el carro de la compra con la mayor calidad al menor precio posible, pero sin ofertas ni promociones, fomentando así el consumo responsable y evitando que los “Jefes” (como Mercadona denomina a sus clientes) compren más de lo necesario y lo almacenen.
Al mismo tiempo, Mercadona impulsa otras medidas para evitar el desperdicio. En primer lugar, a través de la modulación de los pedidos diarios por parte de las tiendas a los bloques logísticos en función de la previsión de venta. En segundo, con el ajuste de precios a los productos con fecha de caducidad próxima, principalmente en las secciones de perecederos. En tercer lugar, con la donación diaria de los excedentes de productos no vendidos, pero que son aptos para el consumo. Así, a lo largo de 2023, en Melilla se entregaron 11 toneladas de alimentos al banco de alimentos de Melilla con el que colabora diariamente; el equivalente a 186 carros de la compra. Y, por último, con la entrega de productos no aptos para el consumo humano a gestores autorizados para su transformación en ingredientes de alimentos destinados a comida de animales de compañía.
Eficiencia energética
Para reducir el consumo de electricidad, Mercadona ha seguido impulsando iniciativas de ahorro como, por ejemplo, las derivadas de su apuesta por el Modelo de Tienda Eficiente (Tienda 8), que introduce mejoras de las envolventes mediante el incremento del espesor del aislamiento, la climatización por zonas con sistemas de recuperación de calor, la iluminación LED y la optimización del consumo de ventilación. Igualmente, ha implantado un nuevo software de gestión de energía que automatiza el control de consumo en sus centros.
No obstante, durante los próximos años, Mercadona prevé continuar potenciando el uso de las energías limpias y más respetuosas con el medio ambiente y prevé disponer de una potencia fotovoltaica total de 250 MW, lo que le dotaría de una capacidad de autoconsumo del 15% de la energía total consumida al año por la compañía.
Asimismo, en 2023 ha seguido expandiendo su infraestructura de puntos de recarga para vehículos eléctricos. En concreto, ha realizado una inversión de 6 millones de euros, lo que ha permitido a la compañía disponer de una de las mayores redes de recarga pública-privada con más de 3.800 puntos de recarga. En la tienda de Melilla, la compañía cuenta con cuatro puntos de recarga de vehículos eléctricos.
Esta apuesta decidida por las energías renovables ha permitido a Mercadona evitar la emisión a la atmósfera de 267.947 tCO2e en 2023.
En cuanto al consumo de agua, la compañía también ha seguido esforzándose para mejorar su huella hídrica mediante un grupo de trabajo que analiza al detalle el consumo general de agua con un sistema de telemedida ya implantado en la red de tiendas, lo que permite controlar los consumos, analizar la red de suministro y detectar posibles fugas o fallos. Además, y en línea con su plan de prevención y control de vertidos de aguas residuales, mantiene estaciones depuradoras en los bloques logísticos, con el objetivo de devolver al medio las aguas libres de contaminantes para que prosigan su ciclo hidrológico, reduciendo de esta manera el impacto medioambiental.
