La Ciudad Autónoma de Melilla y la Diputación de Málaga han anunciado su intención de firmar de manera inminente un protocolo de colaboración que les permita crear sinergias en diferentes ámbitos de actuación, como el turismo, el Medio Ambiente, la cultura, la economía y la seguridad, entre otros.
El vicepresidente de la Diputación de Málaga, Manuel Marmolejo, ha viajado a Melilla junto a otros responsables de esta institución para ver de primera mano en qué pueden ayudar a que el encuentro entre las dos ciudades “pueda dar su productividad”.
Esta visita se produce solo dos semanas días después de que el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, encomendara a su equipo la firma de un protocolo de colaboración con la Ciudad Autónoma de Melilla, materializando así el compromiso que había adquirido en una reunión con el presidente melillense, Juan José Imbroda.
En rueda de prensa, el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma y consejero de Economía, Comercio, Innovación Tecnológica, Turismo y de Fomento, Miguel Marín, ha anunciado la creación de unos grupos de trabajo con la Diputación de Málaga para avanzar en esa colaboración en diferentes ámbitos de actuación y “compartir experiencia”.
El objetivo es “aprovechar sinergias” en las tareas que ambas instituciones tienen encomendadas, según Marín, que ha destacado que para Melilla “este tipo de alianzas son estratégicas” porque “Málaga es una potencia no solo en Andalucía y en España”, sino también a nivel internacional en diferentes ámbitos “y, de manera singular, en el turístico”.
De ahí que sea “imprescindible” para Melilla colaborar en ese ámbito con Málaga, que tiene 1,7 millones de habitantes y ha recibido en 2022 un total de 12,6 millones de turistas, “para ir de la mano y consolidar la ciudad como destino turístico” aprovechando su experiencia, conocimientos y mercado.
En materia medioambiental, Marín ha destacado la experiencia de la Diputación en la creación de “miles de kilómetros de senderos” y la intención de la Ciudad Autónoma de crear sus propias rutas.
En cuanto a economía, el vicepresidente melillense cree que se pueden crear sinergias entre Málaga y Melilla, donde se podrían ofrecer los productos de la marca creada por la Diputación, Sabor a Málaga, y aprovechar el mercado importante que existe en aquella provincia.
En definitiva, según Marín, “se trata de colaborar en distintas áreas de trabajo que van a aportar experiencia, servicios y economía para Málaga y para Melilla”, de ahí que vayan a firmar un protocolo de colaboración y crear de manera paralela grupos de trabajo que conducirán a convenios para realizar actuaciones singulares en cada área.
Potencial “bastante fuerte”
Marmolejo, por su parte, ha destacado que Melilla tiene “un potencial bastante fuerte” en materia turística, en cuyo posicionamiento pueden ayudar los agentes turísticos en la provincia de Málaga, aprovechando la cercanía en avión de las dos ciudades, así como en la aplicación del big data y otras herramientas.
También ha señalado que Málaga podría ayudar a Melilla en su objetivo de desarrollo universitario aportando alumnado y creando sinergias e iniciativas en su apuesta por la tecnología, aprovechando la implantación en Málaga de empresas de alto nivel, como el centro Google.
Además de la creación de esos grupos de trabajo, Marmolejo ha señalado que ambas ciudades “pueden ir a más” en su colaboración para que “Melilla se posicione más con su potencial brutal”, lo que también puede ayudar a “potenciar Málaga”, dada la movilidad que hay entre personas de las dos provincias por su vínculos históricos y culturales, entre otros.
