Por el momento no hay nada por lo que temer, salvo la lógica preocupación por un hecho así, que nos recuerda a otros episodios que ya vivimos en Melilla con la llamada “Gripe A” y, en contra de lo que grave que pareció en su día, ya de ella ni se habla. Esperemos que pronto ocurra lo mismo con el ébola Es la noticia que acapara todos los telediarios y no es para menos. El temor a lo desconocido es lógico cuando se trata de una enfermedad letal para la que no hay cura y de la que, según expertos médicos, sólo logran salvarse entre un 10 y un 20 por ciento de quien se infecta. Como habrán podido adivinar con ver las noticias, nos estamos refiriendo al virus del ébola, que ha hecho su aparición con virulencia en algunos países africanos, como demuestra el hecho de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya registrado hasta ayer 1.711 contagios, 932 de ellos mortales, en Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Guinea Conakry. Adicionalmente, España y Estados Unidos han optado por repatriar a sus nacionales infectados en Liberia, todos ellos misioneros (un médico, una enfermera y un religioso) que asistían a los enfermos de ébola en ese país. En el caso de España, se trata del religioso de los hermanos de San Juan de Dios Miguel Pajares que ha dado positivo en las pruebas del virus Ébola. El Airbus A310 de la Fuerza Aérea española que va a repatriarle se encuentra desde ayer por la tarde en Liberia y su partida hacia España estaba prevista en cualquier momento. El aparato, en el que ha viajado personal especializado en defensa y sanidad, ha sido equipado con todas las medidas de seguridad, según los protocolos que marca la OMS, y con los medios necesarios para trasladar con seguridad a tres pacientes sin riesgo de contagio.
Al margen de este caso concreto, la inquietud existe entre los españoles y, cómo no, entre los melillenses, siendo como es nuestra ciudad un punto en el norte de África al que ansían llegar los inmigrantes del África subsahariana. Hasta tal punto que ha habido medios nacionales que han informado en estos días que uno de los puntos donde existiría el riesgo de que entrara el ébola en España podría Melilla por la inmigración ilegal, además de Ceuta.
Sin embargo, desde el Gobierno de Melilla han salido rápido para hacer un llamamiento a la tranquilidad y apuntar que los controles que existen para evitar esta posibilidad son amplios. Pero han llegado incluso más lejos, como el caso del vicepresidente primero Miguel Marín, quien ha sostenido que en el caso más extremo, sería más fácil que llegara el ébola a España por el aeropuerto Barajas de Madrid que por Melilla. Esto tiene su explicación y es que un subsahariano enfermo del Ébola no podría llegar hasta Melilla haciendo el recorrido que realizan a pie y en bus durante largo tiempo, ya que el periodo de incubación es de 21 días y los inmigrantes suelen tardar semanas e incluso meses hasta llegar a nuestra ciudad, por lo que se moriría en el camino. Otra cosa son los traslados inmediatos en avión.
Por tanto, por el momento no hay nada por lo que temer, salvo la lógica preocupación por un hecho así -una enfermedad desconocida y sin cura-, que nos recuerda a otros episodios que ya vivimos en Melilla con la llamada "Gripe A" y, en contra de lo que grave que pareció en su día, ya de ella ni se habla. Esperemos que pronto ocurra lo mismo con el ébola porque eso sería signo de que la situación está controlada y no existe riesgo de que se extienda por el mundo.