Dice un conocido refrán “que es bueno que hablen de uno aunque sea mal” y otro muy deportivo, “que lo mejor para un árbitro es que no se hable de él”. Yo con el segundo y como he sido árbitro de fútbol sala unos 30 años, estoy muy de acuerdo. Discrepo del primero, siempre es preferible que se hable bien ¿o no? Gracias Aranda, paisano, ex colega Postal como tú dices y amigo si me lo permites, ya me has mencionado en dos escritos y agradezco tus elogios. Mira, al referirte a Correos como la empresa Postal, me has recordado precisamente y estoy convencido de que tú también las recordarás, aquellas dos revistas que la Dirección General de Correos nos mandaba de forma gratuita, me refiero a LA POSTA y LA VALIJA. En mis comienzos en Manresa como Cartero Urbano, me las leía todos los meses y había gente, colegas nuestros que escribían en ellas muy bien, ahí empecé a hacer mis pinitos como “escritor aficionado”. Recuerdo que escribí en una ocasión quejándome de la gran cantidad de faena que teníamos en aquellos “principios de los años 70”. No había horario, tenías que dejar la cartera o valija vacía, yo me repartía tres de ellas llenitas a diario. Sabías cuando entrabas y no cuando salías o terminabas, trabajábamos todos los festivos y guardia algunos domingos. Aquella queja iba acompañada de un comentario del escaso salario que cobrábamos, recibí en mi Cartería varias cartas de compañeros de otras provincias que me felicitaron.
Un poco después, creo que en 1973 se hizo la primera huelga funcionarial y lo fue en Correos, siendo Ministro de la Gobernación D. Manuel Fraga y Director General un tal Hacha (buen apellido). No estaban legalizados los sindicatos como sabes, existía una coordinadora que en Barcelona tenía mucha fuerza, de Manresa éramos dos los que bajábamos de forma “semiclandestina” a unas reuniones preparativas de esa huelga los sábados por la tarde. Como sabes, la huelga duró tres días, las sacas llegaban al techo y la cortaron de raíz con aquel famoso Decreto con el cuál nos MILITARIZARON, a los Carteros Urbanos nos hicieron CABOS y los Subalternos creo que soldados rasos “los pobres” (aun guardo aquella tarjeta que nos envió el Ministerio con la Orden).
Bueno, hablemos algo de Melilla, hay tanto que escribir sobre ella que en ocasiones, sabéis que me falta espacio (gran defecto este mío) y comprometo al Director y Redactor de nuestro querido Diario MELILLA HOY, para que me dediquen un espacio, y eso que solo viví 19 años y poco meses en nuestra querida Ciudad, pero, vividos intensamente y disfrutando de ella con la familia y amigos. Ese sentimiento, ese cariño, ese recuerdo de los que estamos lejos, “al otro lado del charco” como solíamos llamar a nuestro también querido Mar Mediterráneo, unido al recuerdo de los seres queridos que cada uno de nosotros tenemos en el Campo Santo de la Purísima, un cementerio, pero, bonito y cuidado siempre como ninguno y con unas vistas al mar a nuestra costa antes acantilada y ahora, al parecer muy modificada por la mano del hombre, que ya quisieran muchos hoteles y apartamentos peninsulares.
Málaga, como Almería han sido siempre nuestras ciudades más que hermanas, la mayoría de nuestros ascendientes lo son de esas provincias, así como sus padres y abuelos. Mi padre malagueño de Cómpeta en la Comarca de la Axarquía, capital Vélez Málaga. Muy buen vino, aceite, uva moscatel y sus famosas pasas. En nuestra casa no faltaba en navidad el paquete postal con esas ricas pasas mandadas por mis tíos. Mi madre nació en Melilla de padres almerienses. Melilla siempre ha sido una recopilación de ciudadanos de muchas provincias y nuestros apellidos muy diversos descendientes de todas las provincias españolas, el marido de una prima G.C. destinado en Pamplona con apellidos catalán y vasco, Rosell Saravia.
Me ha llamado mucho la atención algunas expresiones tuyas, porque me recuerdan nuestra cotidiana, variada y muy peculiar forma de hablar que teníamos los jóvenes sobre todo en aquellos tiempos y supongo persistirá. “Por la jeró” dices en tu escrito, años hacía que no lo escuchaba o leía (posiblemente mucha gente joven no sepan su significado), eso me lleva a recordar otros “palabros” autóctonos nuestros, la mayoría de ellos posiblemente provenientes de Andalucía. “La jeta”, “no me comas el tarro o el coco”, “el chavea o chinorri”, “el menda, el julái”, “parguela”, “el nota ese”, era una jerga lingüística muy de Melilla y posiblemente muy relacionada con el lenguaje “macarra, grifota, incluso legionario” de la época de entonces. Supongo te acordarás del cabo americano negro Yonny, era muy famoso en nuestra Ciudad, se “colocaba mogollón” con su bebida preferida “leche de pantera” (ginebra o ron con leche condensada) se la he visto tomar muchas veces cerca de KIRA en el Bar Regio, en la acera de enfrente la tienda famosa Caramelos Aguilar, luego “un canuto ó petardo” y como “una rosa”, él disfrutaba así, pero, no se metía con nadie, lo veía mucho en la Plaza de Toros en las veladas de boxeo, en los tiempos de Ben Alí, Céspedes, Pedro Torres, el Conejito (este era musulmán y carnicero en La Plaza, o Mercado Central). Hablando de palabras, lo tendré que mirar en el diccionario, pero, me temo que no la encontraré, me refiero a esa que escribes muchas veces, cuando te autodefines como modesto “mangangá”. También habrás cantado muchas veces, como otros muchos aquello de ¡Illa, illa, illa, los de Melilla, los de Melilla, illa, illa, illa, los de Melilla estamos aquí…! Y repetido cientos de veces aquello de ¡Melilla tiene tres cosas que no tiene Madrid…El levante, el poniente y el Telegrama del Rif!
Ya hablaré otro día también de ese cañón de las 12, el estropajo y la piedra/tierra de asperón, ¡cuántas similitudes tenemos! Ahora para terminar quiero manifestar mi alegría por el ascenso a la Súper Liga-2 del equipo voleibol Melilla y eso que le faltaban algunas piezas importantes en el equipo, cosa que no entiendo, que en un Play Off problemas laborales no les permitiesen estar en esa fase final. Pido disculpas por no haber podido acudir este pasado fin de semana desde Castellón a Valencia tal como prometí a animarles, pero, a mi me lo impidieron problemas familiares (los laborales se acabaron hace casi tres años). Al mismo tiempo, animo también a los muchachos del Melilla Fútbol Sala y que se puedan situar también en esa fase de ascenso en detrimento del Brihuega F.S. (pueblo natal de mi esposa Mati, pero, solo vivió allí dos meses en el cuartel de la G.C. hasta que destinaron a mi suegro a Melilla). Saludos a toda la familia melillense y sobre todo al compañero Aranda. ¡Cuánto te queremos y mucho te añoramos MELILLA.
