Melilla, como el resto de España, no conocerá hasta mañana el resultado definitivo del 25-M, una vez que la Junta Electoral de Zona (JEZ) haga el recuento del voto emigrante y repase las actas de cada mesa para poder resolver posibles incidencias durante el escrutinio. Sin embargo, nuestra ciudad tampoco conoce aún los resultados provisionales con el 100% de los votos escrutados en las mesas, ya que durante la noche electoral hubo problemas en tres de ellas, donde hubo que repetir el recuento. Eso tuvo como consecuencia que las mesas afectadas demoraran sus resultados más allá del horario establecido por el Ministerio del Interior para volcarlos en la base de datos que se da a conocer a la opinión pública a través de los medios de comunicación y su página web. Ello se sumó a otros problemas informáticos del Ministerio en el servidor informático, que ha impedido actualizar los resultados para que todas las provincias españolas puedan ofrecer sus resultados provisionales con el 100% de los votos escrutados. Solo 29 provincias han llegado a ese 100%, dejando a las 23 restantes entre el 98 y el 99%.
Melilla es la que menos votos escrutados tiene en el mapa electoral de España en este 25-M, ya que sigue al 95,92% del recuento. Y así continuará hasta que la JEZ no haga mañana, a partir de las diez de la mañana, el escrutinio definitivo.
Según ha podido saber MELILLA HOY, dos de las mesas que tuvieron problemas en el recuento estaban ubicadas en el IES Miguel Fernández, donde al parecer fue necesario repetir el recuento. Para cuando los resultados fueron enviados a Madrid por los conductos establecidos, ya había pasado el tiempo de recepción para ir incorporándolos a la base de datos. El hecho de que posteriormente tampoco se haya actualizado ha provocado que Melilla siga al 95,92% de cara a la galería, aunque oficialmente el recuento finalizara en la misma noche electoral.
Por lo tanto, los resultados que ya se han dado a conocer tendrán a buen seguro variaciones, pero no solo por los votos de los 105 melillenses que viven en el extranjero y que han solicitado votar por correo en las elecciones europeas, que como siempre serán escrutados al margen del resto mañana por la JEZ. También los cambios en las cifras vendrán dadas por la incorporación de las tres mesas que no se han incluido en las estadísticas del Ministerio del Interior, y que suponen el 4,28% del total del electorado melillense.
Problemas en los recuentos
No es la primera vez que Melilla sufre problemas a la hora de hacer el recuento de votos en las citas electorales. En las generales de 2008, nuestra provincia protagonizó un escrutinio a paso de tortuga y fue la última de todo el país en dar a conocer sus resultados. Este hecho no pasó desapercibido para el delegado del Gobierno de la época, José Fernández Chacón, que propuso apenas unos días después a la Oficina del Censo Electoral que se crearan diez mesas más para evitar la sobrecarga de electores que había en algunas de ellas, lo que había provocado escrutinios muy tardíos.
Hasta ese momento, Melilla tenía 72 mesas electorales, algunas de las cuales superaban el millar de votantes, una cifra muy por encima de las que se daba en el resto de España, donde cada mesa tenía como máximo 500 ó 600 electores. La propuesta de Fernández Chacón no fue tenida en cuenta hasta las elecciones autonómicas de 2011, cuando el Consejo de Gobierno de Melilla aprobó la creación de 10 mesas y un nuevo colegio electoral en el Centro de Educación Primaria Pedro de Estopiñán, en los Altos del Real, que había sido inaugurado recientemente.
Pero tres años después, en estas elecciones europeas, Melilla ha vuelto a sufrir un nuevo recorte en las mesas electorales como consecuencia de las medidas de austeridad dictaminadas por el Gobierno central para todo el país, donde se han reducido en un 30% las mesas electorales para ahorrar costes. En Melilla lo ha hecho en menor medida, un 14,63%, pero suficiente para dejar a la ciudad con menos mesas que hace seis años, cuando se dieron problemas de sobrecarga de votantes que se tradujeron después en una lentitud durante el recuento.
