Al final se ha hecho justicia con la figura del que fuera máximo responsable del Ejecutivo Central en una etapa crucial de la historia reciente española, como fue la transición de la dictadura a la democracia Melilla, como el resto del país, vive el luto por la muerte del primer presidente de la Democracia en España, Adolfo Suárez González. El domingo, pasadas las tres de la tarde, se producía el desenlace que ya su hijo había anunciado el viernes, debido al deterioro físico que había sufrido durante la pasada semana.
Una de las personas a la que más se le ha visto afectada en nuestra ciudad ha sido al presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, no en vano fueron compañeros de filas de UCD en esos años, hasta el punto que durante la visita de Suárez a nuestra ciudad el 6 de diciembre de 1980, Imbroda ostentaba el cargo de teniente de alcalde, con Ginés Cañamaque como regidor.
Y no es para menos porque al final se ha hecho justicia con la figura del que fuera máximo responsable del Ejecutivo Central en una etapa crucial de la historia reciente española, como fue la transición de la dictadura a la democracia. Junto al Rey Don Juan Carlos y el entonces presidente del Consejo del Reino, Torcuato Fernández-Miranda, otra figura imprescindible, se logró lo que se ha considerado por muchos un modelo en el que se han fijado otras naciones. Aunque es de justicia señalar que no solo ellos fueron los únicos que hicieron este milagro pero sí es cierto que fueron las caras visibles de un período clave, como lo fueron otros personajes tan diferentes, como el entonces secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo.
Imbroda también ha resaltado el interés que puso Suárez en visitar Ceuta y Melilla y la defensa de la españolidad de ambas ciudades y ha recordado que en una cena con Hassan II advirtió de que sería capaz de bombardear la capital de Marruecos, Rabat, si el reino alauí pretendía anexionar las dos ciudades españolas del Norte de África. Lo que da una idea de que el hoy recordado Suárez, al que le llueven los homenajes y reconocimientos en todo el país, pasará a la historia como uno de los políticos del Siglo XX que más hizo por nuestro país y, por ende, por Melilla.
Descanse en paz.