Con simpatía, tablas y el espíritu de un rockero de los fogones, el ganador de Máster Chef 2015, Carlos Maldonado, conquistó ayer a Melilla. Una apretadísima agenda no le impidió disfrutar de unas típicas tapas 'melillitas' como las "papas bravas". Consciente de que su momento es ahora, que la fama le ha abierto puertas que de otra forma tendría vedadas, busca compartir su amor por los fogones con quienes, como él, disfrutan de la vida con un buen plato confeccionado con cariño y profesionalidad. Ayer ofreció una máster class en el Hotel Melilla Puerto y hoy actuará de jurado en un concurso de cocina por parejas en la Plaza de Toros. Reconoció el propio Carlos Maldonado que su estancia en Melilla está siendo de lo más ajetreada, "todo a prisa y corriendo, pero he visto bastantes cosas de la ciudad e incluso me he tomado mis cervecitas y he probado las papas bravas que son diferentes a las manchegas" que son las que conoce. La vorágine de esta visita de dos días a la ciudad es algo que no le gusta, porque afirma que "el rock and roll me gusta".
Asegura con convicción, que la acogida de los melillenses "ha sido espectacular". Incluso en el aeropuerto, después de bajar de un avión que le provocó no pocos nervios, se encontró con un grupo de niños de su tierra que le daban la bienvenida a Melilla con el mandil de Máster Chef. "Ha sido increíble. Una acogida sensacional, incluso en el supermercado (al que acudió para hacer la compra de la máster class) he hecho de todo menos comprar", afirmó.
En su primer día en la ciudad Carlos ofreció una entretenida máster class en el Hotel Melilla Puerto a la que acudieron más de doscientas personas. Cocinó cuatro platos "tradicionales pero con un toque ligeramente vanguardista", entre los que se encontraba la codorniz en escabeche y crema de huevo con queso de cabra y tallarines en salsa de sepia con bizcocho de sifón de tinta. El objetivo, que los asistentes aprendieran técnicas.
Hoy será jurado del concurso de parejas que se celebrará, a partir de las doce de la mañana, en la plaza de toros. Reconoce que no le gusta "juzgar a nadie, porque hasta hace cuatro días me estaban dando caña a mí en Máster Chef, y entonces no soy nadie para juzgar un trabajo, por lo que seré muy light". Propondrá una serie de ingredientes y cocinará una versión personal. Los concursantes podrán hacer los platos que quieran utilizando unos ingredientes comunes. "No vamos a exigir una receta en particular, porque la cocina está abierta a todo".
Vorágine
Reconoce que su vida ha cambiado y mucho después del concurso. El cambio no se ha dado en lo personal, porque sigue en su ciudad, con su grupo de amigos y su novia, pero sí en lo profesional. "Me ha cambiando la vida brutalmente", dijo. Ahora viaja mucho más. Afirma que el programa le ha abierto puertas que le permiten dedicarse a lo que le gusta. Afirmó que programas de televisión como Máster Chef han provocado un cambio en la percepción que la sociedad tiene de lo que es el mundo de la cocina. "La televisión ha dignificado la profesión" y ha dado a conocer al resto del mundo que "en España tenemos grandes productos, grandes cocineros y grandes futuros cocineros". Reconoce que hay cocineros a los que les gusta el formato y a otros no, "pero hay mucho que agradecer al mundo televisivo porque nos ha venido bien a todos".
Señala que tiene numerosos planes para el futuro, como trabajar el concepto del food truck (camión restaurante) con una empresa madrileña con la que ya ha iniciado contactos, como crear la suya propia, además de que está acondicionado un local en Talavera, en su tierra, en el que se impartirán cursos y menús degustación los fines de semana. Cientos de proyectos en mente y feliz de poder vivir la oportunidad de dedicarse a lo que le gusta gracias a la televisión.
