25 años después de que los antiguos depósitos de Averroes ‘sumergieran’ a Melilla en una de sus mayores tragedias, estos tienen los días contados después de que la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad haya sacado a licitación el proyecto para demoler los restos de dicha instalación, cuyo titular, Hassan Mohatar, prevé que comiencen a finales de febrero y que se ejecuten en un plazo aproximado de seis meses, aunque confía en que sea en cuatro.
Se trata, a su parecer, de una obra fundamental para eliminar el “recuerdo de la tragedia de la agonía sufrida” por los melillenses aquel fatídico 17 de noviembre de 1997, cuando uno de los dos depósitos generales de Cabrerizas, cargado con 25 millones de litros de agua, se rompió y con este importante caudal se formó una riada que llegó hasta la Plaza de España, dejando por el camino once víctimas mortales y cuantiosos daños materiales.
MARÍA TERESA
«Muy malos recuerdos»
“Recuerdo que estaba en el trabajo, que además ese día (17 de noviembre de 1997) me tocaba hacer servicio en aquella zona precisamente (Cabrerizas) y me libré porque me cambié con otro compañero y me tocó en el cuartel”, cuenta María Teresa, que afirma que se enteró en el trabajo de la rotura de los antiguos depósitos de Averroes. 25 años después de dicha tragedia, ve “fatal” que no se haya demolido aún esas instalaciones.
HAKIMA
«Fue una tragedia muy triste»
A Hakima la riada que se generó aquel 17 de noviembre de 1997 tras la rotura de uno de los dos depósitos generales de Cabrerizas le pilló por la Avenida Juan Carlos I. “Tuve suerte”, afirma, lamentando que se haya tardado tanto tiempo para aprobar la demolición de dicha infraestructura. “Se ha tardado mucho. Lo podían haber arreglado antes”, asegura, aunque se alegra de que, al final, se vaya a hacer justicia con el derrumbe de dichos depósitos.
ANTONIO
«Estaba trabajando y recuerdo que fue un desastre total»
“Me acuerdo que venía el agua por toda la calle García Cabrelles y hubo víctimas, los coches todos apelotonados… Fue un desastre que se pudo evitar”, asegura Antonio, quien, pese a no ser testigo del desastre porque “le pilló lejos”, pudo ver a posteriori “el barro y todo el desastre que hubo en la calle García Cabrelles”. Así pues, cree que se ha llegado tarde para la demolición de dichos depósitos. “No sé qué ha pasado, pero la empresa tendría que haber ido a los tribunales”.
MAGDALENA
«Horrible, fue horrible»
“Mi hija vino por la zona del Rastro y dio la casualidad de que yo me quedé con su hijo recién nacido, porque o si no los hubieran llevado a los dos por delante”, rememora con pesar Magdalena, quien recuerda además a todas aquellas personas “que sufrieron tanto” aquel aciago día. “Eso fue horrible para todos”, recalca, lamentando que se hayan tardado más de 25 años para demoler dicha infraestructura. “Eso lo tendrían que haber hecho en su tiempo para que la gente que hubiera pasado tantas desgracias estuviera más tranquila”, opina.
VANESA
«Estaba en Almería y lo vi por la tele»
“Yo era una niña y me acuerdo muy poco de lo que vi”, afirma Vanesa, quien lamenta la tragedia que se vivió hace 25 años en la ciudad con la rotura de dichos depósitos. “Hubo muertos y todo”, dice con pesar. Así pues, considera que “deberían de haber destruido” esas instalaciones hace tiempo. “Yo no sé qué hacen ya ahí”, dice al final.
MARI CARMEN
«Yo estaba en mi casa y escuché la explosión de la riada (que se generó tras la rotura de los depósitos)»
“No me pilló de milagro”, afirma Mari Carmen, quien asegura que se enteró de la riada que se generó tras la rotura de los depósitos tras escuchar un estruendo. “Escuché una cosa rara, me asomé a la ventana y vi aquella cantidad de agua y pregunté ¿pero de dónde sale eso?”, recuerda Mari Carmen, que asegura que se quedó “en blanco”. Asimismo, se pregunta por qué se ha tardado tanto para poder demoler dicha infraestructura.
