Aunque puedan parecer unas aves inofensivas como el resto de las que sobrevuelan los cielos de Melilla, lo cierto es que las gaviotas patiamarillas han generado en los últimos años algún que otro incidente con los ciudadanos, desde quejas por ruido debido al graznido de dichas aves, como por problemas derivados de sus excrementos y hasta algún que otro ataque perpetrado contra civiles.
Hace un par de semanas, el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, afirmó que la Ciudad Autónoma ya está trabajando para controlar y reducir el número de gaviotas patiamarillas en la localidad norteafricana para evitar que estas aves se expandan como “un plaga” por la ciudad mediante la retirada de sus huevos.
JORIAC
«No nos dejan dormir por la noche»
Joriac reconoce que le moleste el ruido que producen los graznidos de las gaviotas y confiesa que tiene “miedo” porque atacan. “A veces se juntan 10 o 12 y no sabemos qué hacer”, afirma. Cree que “se debería de hacer más” para controlar la población de estas aves en la ciudad. “Porque la gente le da de comer, y por eso vienen”.
MIGUEL
«Nos han invadido las gaviotas»
“A ver si hacen algo, que las eliminen o que las echen al mar”, propone entre risas Miguel, que no soporta el sonido que emiten estas aves por las noches. “Nos han invadido”, reitera. Cree que la solución pasa por “eliminar unas cuantas”. “Además de que se están comiendo a las palomas”.
SUHAIL
«No me molestan»
“¿Cómo me voy a molestar por unas aves que son hermosas? Es su hábitat y hay que convivir con ellas”, opina Suhail, que dice que ella no vive en una zona donde se acumulen muchas gaviotas. “Para mí son inofensivas y hay que tener cuidado y respetarlas”, recalca. No está a favor de que se retiren sus huevos para reducir su población.
JOSEFINA
«Para nada. A mí no me molestan»
Josefina niega que haya tenido problema alguno con estas aves ni tampoco ha escuchado quejas de familia, amigos o vecinos. “Yo amo los animales, no me molestan para nada. No me perjudican para nada y no me molestan para nada las gaviotas”, sostiene.
JUAN JESÚS
«El problema es que son un poquito agresivas»
“Es verdad que se están multiplicando de una forma un poco exagerada y es cierto de que hay más, pero es entendible si tienes algo cerca de un nido, ya que se tienen que defender”, arguye Juan Jesús que, dice que no le han atacado, sí reconocer haber escuchado de ataques hacia personas. “Toquemos madera de momento”, dice.
Duda de si con la retirada de los huevos será “suficiente” para controlar y reducir el número de gaviotas en la ciudad.
PILAR
«No se puede ni dormir en las 400 viviendas»
“En mi barrio parece que han tenido que criar (sus huevos) en la parte de arriba de los pisos y toda la noche están gritando, haciendo ruido y peleándose entre ellas. Ahora que hace calor y hay que dormir con la ventana abierta es insoportable”, relata. Dice que no le han atacado “de momento” y se muestra a favor de que retiren los huevos de estas aves para controlar su población. “Por algo se empieza”.
