Seis años después del fuerte terremoto que sacudió a Melilla en mitad de la madrugada, ayer la ciudad volvió a llevarse un buen susto a causa de estos temblores. Sobre las 14:35h de la tarde, un seísmo de magnitud 5.3 con epicentro en el Mar de Alborán se hizo sentir de forma muy notable durante varios segundos en gran parte de la ciudad, sorprendiendo a muchos ciudadanos que, ante la imposibilidad de reaccionar rápidamente, se quedaron quietos hasta que pasara el mal rato. La intensidad de este ha sido tal que se notó en gran parte de Andalucía Oriental, como Málaga, e incluso en lugares del interior como la provincia de Jaén. Once minutos después, una nueva réplica de magnitud 3.3 volvió a sorprender a los melillenses y, a las 22:11h, otra de 4. Una cadena de temblores que inquietó a los melillenses ante el temor de más réplicas que pudieran fastidiarles el sueño y, lo que es peor, retrotraerles a aquella fatídica noche del 25 de enero de 2016.
BILE
«Estaba en el coche sentado y de repente pasó (el terremoto)»
Este ciudadanos estaba en un coche con su amigo cuando ambos notaron el terremoto, pero se quedaron sentados hasta que pasara el sismo para ir a sus casas y comprobar cómo estaban sus familiares. “Estábamos parados y ya se movió fuerte”, afirma, reconociendo que este era de los grandes. Por suerte, Bile señala que quedó todo en un “sustillo” y no hubo que lamentar daños personales ni materiales.
FARID
«Se ha notado que ha sido bastante más intenso que otras veces»
“Pensaba que sería un poquito más corto, pero al final parece que ha durado un poquito más de lo que ha sido lo habitual”, cuenta Farid, quien señala aun así que no salió a la calle con su familia cuando se produjo el fuerte temblor del mediodía. “En casa se ha notado, pero en la calle no se ha notado tanto. A mí me pilló en casa y no sabes muy bien como reaccionar”, reconoce entre risas. No hubo que lamentar daños materiales ni personales. “Hay que reconocer que, últimamente, estamos acostumbrados a esto”, admite entre risas.
IMEN
«Yo estaba en la calle y he escuchado el ruido, pero no he sentido el terremoto»
“Yo he escuchado el ruido nada más, yo no lo he sentido realmente. Me he quedado quieta (en la calle) y después entré en mi casa y le dije a mi madre ‘¿esto es un terremoto?’’, y me dice que sí”, relata Imen, quien recomienda en estos casos que la gente no salga a la calle fuera de control, que “mantengan la calma” y que busquen lugares adecuados. “Que no se metan debajo de la mesa y demás que también tienen que buscar a sus hijos para que se pongan todos a cubierto”, explica.
MARI CARMEN
«Mi primera impresión fue gritar: ¡Qué miedo»
“Estaba en casa tranquilamente recogiendo y, de repente, empezó a moverse la casa y no paraba y he gritado ¡Qué miedo!, y ha venido mi marido y me ha dicho que no pasaba nada, y ahí se paró el terremoto”, cuenta Mari Carmen, quien afirma aun así que el temblor del mediodía no duró “tanto”. “Yo es que veía que seguía y ya he dicho (por ayer) ¡Ah, que miedo!, porque empezó a crujir un poco la pared y ya me asusté”, explica. “Yo vivo en un cuarto (piso) y lo he notado más que abajo”, añade. “Me he quedado paralizada”.
TERESA
«Estaba tumbada en la cama y me he levantado corriendo»
“He abierto la puerta de la casa pensando en que había que salir corriendo, pero he esperado ahí un rato y ya está. Me quedé ahí hasta que ha parado”, cuenta Teresa acerca de lo que sintió ayer con el sismo de magnitud 5,3 que crujió Melilla por la tarde. “Por eso hemos abierto la puerta de casa, pensando en que a lo mejor se atascaba y no se podía abrir,”, agrega. Por suerte, no hubo que lamentar daños personales ni materiales en su vivienda.
CARMEN
«Un montón. Me he quedado en la cama abrazando a mi perro esperando a que pasase»
“A mi no me ha entrado ansiedad ni nada. Me he asustado pero no eso”, asegura Carmen sobre el fuerte temblor que se produjo ayer por el mediodía con epicentro en el Mar de Alborán. Afortunadamente, no ha habido que lamentar daños personales ni materiales. Por otro lado, esta ciudadana asegura que “no da tiempo a reaccionar” cuando se producen este tiempo de fenómenos para poder aplicar algunos de los consejos que se ofrecen para ponerse a salvo, como resguardarse debajo de una mesa o salir a la calle.
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