Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Melilla necesita su AUTONOMÍA

MELILLA HOY 26 06 2024

Carta del Editor

MH, 26/6/2024

Enrique Bohórquez López-Dóriga

 

Tanteando en mi biblioteca, de pronto apareció un libro de espectacular título: Proyecto de Estatuto de la Comunidad Autónoma de Melilla. Depósito legal: ML-30 1991 (hace más de 33 años). Lo imprimió PREMESA, o sea, nosotros, y en la página 1 el título era MELILLA NECESITA SU AUTONOMÍA: Porque no queremos ser diferentes del resto de los españoles. Para escapar de la doctrina de las Naciones Unidas sobre los territorios coloniales. Porque así está recogido en la Constitución Española en su transitoria quinta. Porque así lo definimos mayoritariamente todos los melillenses. Porque de ella dependen el futuro de nuestra ciudad y de nuestros hijos.

Después, un Prólogo, con una frase final: “Queremos una Autonomía para ser, para estar y para hacer: para ser españoles de primer orden, para estar en Europa, para hacer una Melilla con futuro”. Y a continuación, un Preámbulo, un Título Preliminar,(8 artículos); un Título Primero sobre las Instituciones de la Comunidad (artículos 9 al 23); Título Segundo, Competencias de la Comunidad (artículos 24-29); Título Tercero, De la Administración pública (artículo 30); Título Cuarto, Del régimen jurídico (artículos 31-35); Título Quinto, Organización judicial (36-39); Sexto, De la financiación de la Comunidad (40-52); Séptimo, De la reforma del Estatuto (53-54). A lo se sumaron una Disposición adicional única y diez Disposiciones transitorias.

Queremos una Autonomía para ser españoles de primer orden, para estar en Europa, para hacer una Melilla con futuro

A nosotros nos lo envió el Gobierno melillense de aquellos ya lejanos años (más de 33 años transcurridos), presidido entonces por Ignacio Velázquez. Después todo eso degeneró y terminó en un Estatuto de Ciudad -no de Comunidad Autónoma y… en una catástrofe institucional que, con el tiempo, se va agravando.

“Por qué fracasan los países” es un libro sobre “los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza”, de los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson. Un libro que es una verdadera joya y debería ser libro de cabecera para los gobernantes democráticos en ejercicio o con aspiración de llegar al gobierno (muy especialmente, para los melillenses).Las instituciones políticas -leo- influyen en el comportamiento y los incentivos en la vida real, forjan el éxito o el fracaso de los países, son las que determinan las instituciones económicas que tiene un país (o una ciudad). Y Acemoglu y Robinson exponen un ejemplo que se me ha quedado grabado para siempre.

“Por qué fracasan los países” es un libro sobre “los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza”. Las instituciones políticas influyen en el comportamiento y los incentivos en la vida real, forjan el éxito o el fracaso de los países, son las que determinan las instituciones económicas que tiene un país (o una ciudad)

La ciudad de Nogales, en el Río Grande norteamericano, está dividida en dos por una alambrada. En el norte se ve Nogales (Arizona, EEUU), con una renta media de un hogar superior a los 30.000 euros al año. Al sur de la alambrada, a solo unos metros, está Nogales (Sonora, Méjico) y allí la renta media de cualquier hogar es menos de la tercera parte de la que tienen en Nogales, Arizona. Los habitantes de Nogales (Arizona) y Nogales (Sonora) comparten antepasados, disfrutan de la misma comida y música, incluso tienen la misma “cultura”. ¿La diferencia? Tienen diferentes instituciones, que crean incentivos muy dispares para los habitantes de las dos Nogales y para los emprendedores y las empresas que desean invertir allí.

¿Porqué España es, ahora, menos próspera y se sitúa por debajo de la media de las economías de la Unión Europea?. La principal causa de este mal resultado está en la «caída de las expectativas empresaria­les», cuestión íntimamente relacionada con «la calidad del poder público», según ha declarado el Profesor Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial del IMD. En cuanto a eficiencia gubernamental, España se sitúa por debajo de países como Kazajistán, Estonia o Rumanía, como destacaba Nuestro Semanario QUEZ del domingo pasado. Y me temo que Melilla está ya incluso por debajo de la media española.

Melilla necesita un cambio muy, muy profundo, empezando por iniciar las gestiones para entrar en la unión aduanera europea. Imbroda ha estado en el Gobierno local más de 30 años, muchos de ellos como presidente

Posdata

Leí el sábado por la mañana en nuestro periódico que Imbroda no tiene “ninguna esperanza” sobre la reapertura de la aduana comercial de Melilla con Marruecos. El día anterior, el pasado viernes, yo envié mi Carta del Editor a la Redacción del periódico, para que se publicara el domingo, con el título de Reapertura de la aduana comercial con Marruecos: abandonar toda esperanza.

Quiero aclarar que, en este caso, tengo la misma opinión de Juanjo Imbroda sobre lo que va a hacer el Gobierno de Sánchez con respecto a las aduanas comerciales de Melilla y Ceuta con Marruecos y que yo lo escribí y lo envié antes de saber la opinión, en este caso acertada, de nuestro ‘presidente’.

Aprovecho la ocasión para insistir -como vengo haciendo desde hace casi 40 años- en que Melilla necesita un cambio muy, muy profundo, empezando por iniciar las gestiones para entrar en la unión aduanera europea y, al mismo tiempo, empezar a actuar (no a intentar) para que Melilla, junto con Ceuta, sea la 18ª Autonomía de España, siguiendo los pasos, e incluso la letra, de lo que ya se pretendía en 1991 -Proyecto de Estatuto de Autonomía- hace ya más de 33 años, de los cuales Imbroda ha estado en el Gobierno local más de 30 años, muchos de ellos como presidente.

 

 

 

 

Loading

Enrique Bohórquez López-Dóriga

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€