El Salón Verde acogió ayer la primera reunión entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FyCSE), así como los responsables de las áreas de Seguridad Ciudadana, Fomento y Medio Ambiente y el responsable de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, para "unificar criterios" para la lucha contra los vertidos contaminantes situados principalmente en el extrarradio. Según el titular de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, las actuaciones pasan por imponer "serias sanciones", que van desde los 900 hasta los 300.000 euros, a los responsables y hacer un mayor control por zonas. El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, anunció tras la reunión, las diversas medidas que llevarán a cabo en el plazo de un mes, tanto para la persecución de los responsables de los vertidos ilegales, así como para la limpieza de las zonas del extrarradio donde suelen producirse dichos vertidos. En concreto se trata de la zona de Rostrogordo, Camino de Carros, zonas fronterizas, la calle Vía Láctea alrededor de Cañada y espacios protegidos como el Barranco del Nano.
En muchas de estas zonas, apuntó Quevedo, la Ciudad se encuentra con unos vertidos que se están produciendo no por un particular, sino de forma organizada y reiterada, como es el caso del camión que cada dos semanas derrocha en dichas zonas residuos de zapatos. Quevedo explicó que será contra este tipo de infractores que se lucran de un tratamiento ilegal de los residuos, contra los que irán las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FyCSE) en cada zona correspondiente a su competencia. Con esta persecución, se sancionará no solo al transportista que localicen, sino también al responsable del material, alertó Quevedo, quien apuntó que tras su localización la Consejería de Medio Ambiente iniciaría un procedimiento sancionador que puede ser desde una multa de 900 euros, hasta llevar el caso a la Fiscalía, dependiendo del residuo que se trate y la cantidad. Para ello, el Área de Medio Ambiente ha dado unas instrucciones para la redacción de la denuncia a las FyCSE, con el fin de que el expediente abierto por Medio Ambiente sea "rápido y claro".
Dichas medidas también se aplicarán para aquellas personas que usan los espacios protegidos para el ocio, aunque generando una cantidad de residuos muy importante en espacios que tienen una especial protección, como es el Barranco del Nano.
Por otro lado, en el plazo de un mes, sobre todo la Policía Local hará una batida para localizar aquellos contenedores que no corresponden a una obra concreta con licencia, como pueden ser los situados en la rotonda de Las Palmeras. Para ello, los que sean localizables se avisará al propietario y los que no, serán tratados como chatarra o se instalarán en el depósito de vehículos por si alguien los reclamase.
En general, tras estudiar los casos por todas las partes afectadas, Quevedo advirtió de que consideran que detrás de estas actividades se esconden actividades ilegales, como obras de construcción que no están llevadas a cabo por personal asegurado.
Limpieza
A la vez que se aplican las medidas sancionadoras, desde las diversas instituciones y organismos irán limpiando cada una de las zonas. El consejero de Medio Ambiente, impulsor de este encuentro, subrayó que algunas de las zonas donde se derrochan residuos son competencia de otras instituciones y organismos del Estado. Aún así, se han impulsado dos planes, el primero basado en la localización y limpieza sistemática en el suelo urbano, y por otro lado, la Consejería de Fomento "obligará a vallar y mantener en buen estado los solares". A su vez, continuarán con el personal de los planes de empleo, maquinaria de Defensa y otros medios de Medio Ambiente en el perímetro de la ciudad.
El control de vertidos, una responsabilidad “fácil y barata”
El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, informó de las diferentes facilidades que la Ciudad pone a disposición de los melillenses para los desechos tanto de forma gratuita, como con unos bajos precios. En este sentido, recordó la recogida a domicilio de electrodomésticos y muebles de forma gratuita a través del número de teléfono que aparece en los contenedores de la ciudad. Estos residuos son trasladados, dependiendo del material que sea a Remesa, al vertedero de inertes o el Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos Fuera de Uso (Catvuf). Tanto Remesa como el Centro son gratuitos hasta dos toneladas y hasta un metro cúbico, en el caso del vertedero de inertes. De la misma manera, Quevedo insistió que los que no son gratuitos son "baratos" y no hace falta identificación a la hora de dejarlos en el vertedero. Así, dejar una tonelada (60 sacos) de residuos sucios, aquellos que llevan más materiales a parte del de la construcción, cuesta 21 euros. Esto supone por ejemplo, que los escombros que deje la reforma de un cuarto de baño no ascendería más de 3 euros, aseguró Quevedo.
