La problemática de los menores extranjeros no acompañados será uno de los temas estrellas que el presidente Imbroda tratará en la reunión que, junto a su homólogo ceutí, mantendrá con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Así lo confirmó ayer a este diario el consejero Daniel Ventura, que manifiesta que la situación actual, con 550 menores, "es preocupante e insostenible". Al objeto de seguir atendiendo al creciente número de acogidos, anunció un incremento presupuestario para que el nuevo contrato de gestión del Centro de Purísima permita ampliar entre 15 y 20 el número de trabajadores. Reconoció el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que las autoridades marroquíes mantienen un silencio sepulcral en todo lo referente a la situación de los menores extranjeros no acompañados que acoge España y, más concretamente, Melilla.
Devolución, la salida
Mantiene Ventura que el camino más idóneo sería la repatriación o reintegración de estos menores a su país, al objeto de evitar el “desarraigo, la desconexión con su cultura y costumbres”, el crecer lejos de sus familias, por lo que Marruecos, entiende, “debería permitir la devolución de sus súbditos”, en este caso menores, que precisan de una atención especial.
En Melilla el número de menores acogidos de origen marroquí no hace sino crecer y de hecho de los 550 niños y niñas en el programa de protección, más del 90 por ciento son menores de origen marroquí. Del total, 340 están acogidos en el Centro de Purísima.
"Este es un tema que nos preocupa porque no se puede soportar la cifra de acogidos que aumenta con la presión migratoria de los que esperan al otro lado de la frontera y que logran entrar, tanto para quedarse, como para intentar viajar como polizones a la península", indicó el consejero.
Por este motivo, anunció que el presidente Juan José Imbroda llevará el tema de los menores extranjeros y la necesidad de buscar soluciones entre los dos países, en la reunión que próximamente mantendrá, junto al presidente de Ceuta, con la vicepresidenta del Ejecutivo central, Soraya Sáenz de Santamaría. "Hablarán de inmigración, de la presión que sufren las dos ciudades, pero también de la forma de solucionar la cada vez más importante llegada de menores no acompañados desde el país vecino", dijo.
Acogida
Lo que queda claro es que los centros de acogida "tienen la capacidad que tienen y no es lo mismo atender a 100 que a 500 menores, porque los recursos estructurales son los que son, los centros no pueden crecer más físicamente, pero eso no quita que seguiremos atendiendo, como hacemos, a todos los menores que lleguen a la ciudad", afirmó Ventura.
Explicó que a lo largo de estos meses se han realizado algunas adecuaciones de las instalaciones del Centro de Purísima al objeto de adaptar los pocos espacios disponibles, a las crecientes necesidades motivadas por el número de acogidos. "El módulo de primera acogida, que era de 44 plazas, se ha adaptado para acoger a 140, y se han reconvertido aulas en dormitorios y comedores, y se han habilitado nuevos baños", dijo.
Como consecuencia, han perdido espacios en los que se imparten cursos de formación, otros al margen de los programas formativos externos en los que participan los menores tutelados. Por ese motivo, anunció que se han adquirido dos aulas prefabricadas, con capacidad para entre 15 y 20 alumnos, que tienen un coste de unos 13.000 euros cada una. Se prevé su inminente llegada. Se levantarán fuera del recinto del módulo de primera acogida, junto a los otros módulos residenciales. Allí se impartirán talleres de formación profesional.
Refuerzo de la plantilla de Purísima
El consejero anunció que se ha pedido un aumento en los presupuestos de Bienestar Social para el próximo año, al objeto de poder ampliar la partida económica del nuevo contrato de gestión del Centro de Purísima. El pliego de condiciones del concurso público se está elaborando aún.
La idea es recoger un más que necesario incremento de la plantilla de trabajadores actual, con la incorporación de entre 15 y 20 trabajadores nuevos, entre cuidadores, educadores y técnicos, especialmente, trabajadores sociales.