La plataforma “Melilla en Verde” ha anunciado pondrá en manos de la fiscalía y de los juzgados el contrato menor por el que compra de 550 entradas de la corrida de toros del pasado día 6. La organización que lidera Manuel Soria ha considerado que mediante el contrato menor “elude las obligaciones impuestas por la ley para beneficiar indirectamente a una empresa privada”.
Al respecto, ha explicado que aunque el presidente considere que celebrar una corrida de toros sea una “razón social”, tanto él como los funcionarios que tramitan el expediente “deberían saber que la vía correcta para el apoyo económico a entidades privadas para actividades de interés público es la subvención, que además tiene que estar reflejada en los presupuestos de la ciudad y respetar el principio de concurrencia competitiva”. Además, apunta que el presidente, con sus propias palabras, afirma que es una forma de “echar una mano” a estos empresarios “con dinero”, realizándolo además con un contrato menor “para no tener que pasar por las obligaciones de publicidad y concurrencia”.
“Melilla Verde” no ha querido dejar pasar el hecho de que días antes el propio presidente avoca la competencia del expediente de cesión de la plaza de toros, “lo que nos hace pensar que todo estaba apalabrado de antemano para el beneficio de la actividad de una empresa privada que al final sale beneficiada”.
La plataforma ha afirmado que su deseo es que la ciudad evolucione como el resto del país, “ya que mientras que en el resto de España la tauromaquia está decayendo año tras año, y las administraciones públicas cada vez financian menos estos espectáculos, en Melilla parece que vamos en sentido contrario a la evolución de la España del siglo XXI”.
En ese sentido, ha aseverado que “desde 2011 los espectáculos taurinos se han reducido año tras año, en una evolución lógica de los ciudadanos por el respeto al trato de los animales. En varias comunidades autónomas y muchas provincias ya no existen espectáculos taurinos y sus administraciones se niegan a recuperarlos”.
Por último, han apuntado que desde Melilla en Verde quieren unirse “al modelo de la España del siglo XXI y que Melilla no sea un vestigio de la España del maltrato animal y espectáculos de sangre”.
