Carta del Editor.MH, 23/11/2025
Enrique Bohórquez López-Dóriga
Empecemos con Platón: “Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre”. Sigamos con Marcelo Gullo y Bernard Lewis. Lewis fue un islamólogo de gran prestigio internacional, un historiador y orientalista británico, con doble nacionalidad israelí y estadounidense. Nacido en 1916, en Londres, falleció en 2018, en Nueva Jersey, Estados Unidos. A finales de los 90, Lewis llevaba ya 60 años publicando estudios sobre el mundo musulmán.
No rendirnos, en esta gran ciudad laboratorio, Melilla, en la que hay que experimentar y decidir más -ser Autonomía, hablar menos y hacer más, menos observación y más acción, menos auto elogios y más cambios profundos
Lewis -como nos recuerda Marcelo Gullo en su último libro, Lepanto, que comenté en mi Carta anterior- calificó la situación actual de la Unión Europea -a raíz de la llegada masiva de inmigrantes mahometanos- de “tercera tentativa de invasión musulmana a Europa” y añadió: ”El capital y la fuerza de trabajo podrían triunfar allí donde las armas moras, primero, y la turcas, después, fracasaron. Los musulmanes están nuevamente presentes, de forma masiva, en Europa occidental. Sus comunidades permanecen unidas a sus países de origen no solamente por la religión, sino también por miles de lazos lingüísticos, culturales y familiares… Con sus numerosos hijos y nietos tendrán un peso inmenso, aunque la forma que tendrá ese peso sea actualmente imprevisible sobre los destinos tanto de Europa como del islam”.
Han pasado siete años desde la muerte de Bernard Lexis y el peso de los musulmanes sobre el destino de Europa sigue siendo creciente e imprevisible. En lo que se refiera a España, siguiendo la opinión de Marcelo Gullo, “si los españoles recobran su verdadera memoria histórica… quizás entonces, como en Lepanto, España será la única esperanza de Europa, porque, como bien dijo Ramiro de Maeztu, España es una sinfonía interrumpida, un gran edificio a medio hacer, una flecha caída a mitad del camino. La reflexión final de Gullo es que aún hay esperanza y que los españoles no deben rendirse.
Posicionar a Melilla como “destino de vida e inversión”, palabras del vicepresidente 1º de la Ciudad (no Autonomía), Miguel Marín, suena muy bien, pero está muy, muy lejos de ser una realidad, desgraciadamente
No surrender (No rendirse), cantó Bruce Springsteen. “Hicimos una promesa (en el colegio) que juramos que siempre recordaríamos, no retirarnos ni rendirnos”. Pues eso, no rendirnos, es perfectamente aplicable también a Melilla, esta gran ciudad laboratorio en la que hay que experimentar y decidir más -ser Autonomía, hablar menos y hacer más, menos observación y más acción, menos auto elogios y más cambios profundos. Repito lo que titulé en mis libros: MELILLA, ESPAÑA, EN PELIGRO. Y la especial situación y composición poblacional de nuestra ciudad es especialmente peligrosa. Posicionar a Melilla como “destino de vida e inversión”, palabras del vicepresidente 1º de la Ciudad (no Autonomía), Miguel Marín, suena muy bien, pero está muy, muy lejos de ser una realidad, desgraciadamente.
El Madrid sí va como un tiro
El que sí va como un tiro no es España-como, mintiendo, dice Pedro Sánchez- sino el Real Madrid. Junto a la promotora A22, no le va a agradecer nada a la UEFA ni a Javier Tebas. Más bien todo lo contrario: exige a la UEFA 4000 millones. Reclama daños y perjuicios por el bloqueo de la Superliga. Uno de los imputados es La Liga, de Javier Tebas, abogado español y costarricense, presidente de La Liga desde 2013, cargo que ocupará hasta finales de 2027. Un presidente de la Liga española que dice que el Madrid es un club llorón. Un presidente que habla como un gañán, pero sin gracia y que tiene una pinta de matón de discoteca y de película de gánsteres que no llama a la calma, precisamente.
El Madrid, el club deportivo más valorado del mundo, está en vías de una transformación histórica: que los socios tengan al menos el 51% de la propiedad del club, que sean los auténticos dueños. No solo eso: la fórmula que permite esconder el césped del estadio Bernabéu acaba de asombrar a la NFL estadounidense.
El Melilla CF no se parece nada al Madrid, ni en magnitud -eso es evidente e inevitable- ni en audacia para innovar
Escribe el diario Marca -que se vende en Melilla, impreso por nosotros, junto con el MELILLA HOY-: “La joya del Bernabéu se convierte en la envidia de todos…tras dar un golpe sobre la mesa en la carrera por albergar los eventos más grandes. Hay momentos en la historia del deporte que marcan un antes y un después. Y lo que ha ocurrido en el Bernabéu es exactamente eso: un acto de ingeniería, ambición y visión de futuro que ha dejado al planeta entero sin palabras. El Hipogeo, la gran joya del coliseo blanco, no solo ha transformado la manera de entender un estadio; ha redefinido lo que puede llegar a ser un templo deportivo en pleno siglo XXI…
El debut de la NFL en Madrid ha sido la confirmación definitiva”.
El Madrid innova, crece, debería ser un orgullo para la mayoría de los españoles, pero la endofobia -ampliamente existente hoy en España, especialmente en la España sanchista/comunista/separatista- intenta evitarlo. Volviendo la vista a nuestra ciudad: el Melilla CF no se parece nada al Madrid, ni en magnitud -eso es evidente e inevitable- ni en audacia para innovar, como ha tenido el primer equipo de fútbol de Ceuta, por ejemplo.
