Muchos europeos, españoles y melillenses desconocerán que nuestra ciudad además de Valerosa, ostenta por méritos propios los títulos de Humanitaria y muy Caritativa, títulos obtenidos tras movilizase contra la desgracia, al reconstruir un barrio después de estallar un polvorín en Cabrerizas (1928) que ocasionaría la destrucción de su contorno, la muerte de medio centenar de personas y heridas a más de quinientas. Incluso amparar las tropas del Sultán de Marruecos (1908) antes de que España atendiera el protectorado.
A estos títulos quizás tendríamos que añadir el de “ciudad de acogida” o acogedora, pues hace más de cuatro siglos y medio que las murallas de su ciudad protegieron del exterior del continente, a un equivalente humano, que igualaba a la mitad del número de sus habitantes.
Posiblemente dicho de esta manera la cuantificación demográfica no resulte sorprendente, pero si decimos que la población total de la Unión Europea es de aproximadamente quinientos siete millones de personas y extrapolamos el porcentaje equivalente al número de acogidos de aquella época en Melilla, el resultante sería de doscientas cincuenta y tres millones de personas, una cifra de atendidos impresionante de pensar y muchísimo más si sabemos que, el porcentaje, es el equivale a la mitad de la cantidad de refugiados y migrantes que realizaron la travesía por el mar Mediterráneo hasta Europa del año 2015.
Cincuenta y dos años después de la adhesión de Melilla a la corona española, tras la toma de Fez por los saadíes (año 1549) y la regencia turca de Argel (1544), el gobernador de la ciudad acogerá al último pretendiente Wattasí del reino, Abu Hassun al-Wattasí, conocido como Rey de Vélez. Por carta del conde de Tendilla a Maximiliano y María de Austria, con fecha de 25 de febrero de 1549, se sabe de la presencia de Abu Hassun en Melilla solicitando salvoconducto para pasar a España, también por carta de Miguel de Perea a Maximiliano y María de Austria, con fecha de 5 junio de este mismo año sabemos que Abu Hassun está ya autorizado para salir de Melilla.
Por carta de Francisco de Medina a Maximiliano y María de Austria, con fecha de 12 de julio de 1549, nos enteramos de que Bernandino de Mendoza embarcó con Abu Hassun hacia el Peñón de Vélez. También por carta del Duque de Medinasidonia a Maximiliano y María de Austria, con fecha de 20 de agosto, sabemos que Abu Hassun consigue autorización para ir a la Corte de Castilla. De la misma forma el 9 de junio de 1550 el rey independiente de Debdú, Muley Ammar, fue expulsado de sus dominios por el hijo del jerife saadí, Muley el-Harran, tras ocupar Tremencén, refugiándose Muley Ammar con su séquito en la ciudad de Melilla el 12 de julio de este mismo año.
Quizás por su propia subsistencia o por intereses de la nación, El gobernador de la plaza aconsejaba constantemente a la Corte Española proteger al Rey de Vélez y de Debdú pues los fronterizos de las tribus de Jolot, Matalsa, Bokuia y Beni Tuzin etc., esperaban la vuelta de estos gobernantes. En carta del 11 de septiembre de 1550 el Emperador Carlos V desde Augsburgo decía a Maximiliano y María de Austria que se hace todo lo posible para que el Rey de Vélez se vuelva a España, a la vez que da órdenes para que se trate bien al rey de Debdú en Melilla.
Este mismo año Abu Hassun había marchado a Málaga, desde donde partió hacia la corte del Rey de Bohemia para informar y suplicar que intercediese ante Su Majestad el Emperador en Alemania, después fue a Valladolid y desde allí a Lisboa, con la esperanza de obtener socorros. Por otra parte después de un año de estancia y el fallecimiento de una de sus mujeres, el ex-rey de Debdú abandonó Melilla con dirección a Tremencén. El Rey de Vélez Abu Hassun no había podido obtener nada del futuro Felipe II que gobernaba entonces España. De su estancia en Lisboa, consiguió cinco carabelas que debían conducirle a Vélez, pero al pasar estas por la isla de Alhucemas fueron capturadas.
Abu Hassun, después de una corta estancia en las montañas de Vélez, salió para Argel donde se alió con el bajá. Más tarde su mujer que era cristiana, se retiró a un convento español. El alcaide de Melilla Miguel de Perea desde el 30 de octubre de 1550 al 15 de febrero de 1551, mediante correspondencia, informa a Maximiliano y María de Austria de toda esta situación. Curiosamente el Cáid de Argel comunica al alcaide el 17 de febrero de1551desde Tremencén que es sabido la buena acogida hecha al Rey de Debdú por las autoridades españolas de Melilla. Toda esta situación culmina con la llegada de doce navíos del Pachá de Argel a la laguna de la Mar Chica el 13 de abril de 1553.
Esta comparación de Melilla (50% de refugiados) con la situación actual europea y teniendo en cuenta que la proporción de los inmigrantes en las ciudades tiende a ser más alta que la media nacional, solo puede comparase en términos relativos a su población con otros ciudades europeas como son: Lausana (41,9%), Londres (36,7%), Bruselas (35%), Malmö (30%), o Stockolm (28,7%) en el período 2015. Como se puede observar a simple vista que Melilla supera a las ciudades más cosmopolitas de Europa incluso hoy en día si tenemos en cuenta que el flujo diario de trabajadores fronterizos iguala o supera estos porcentajes; por lo tanto, podemos decir que Melilla además de ser la ciudad con la frontera más antigua de Europa, es la ciudad de acogida con mayores tasas desde hace cuatrocientos cincuenta años y por consecuencia la ciudad europea más acogedora.
