Una ciudad, un pueblo, una región o un país se construyen desde las personas que integran y forman parte de esa comunidad. Una región es lo que es porque los ciudadanos que viven en esta hacen que sea así. La democracia permite que la construcción de su comunidad sea efectiva por parte de esos ciudadanos; establece herramientas que permiten la participación y la implicación de una persona en solucionar algún problema o alcanzar metas que permiten mejorar y crecer como sociedad. Una de las herramientas que permiten a una sociedad crecer con buenos cimientos es el asociacionismo vecinal. Problemas comunes dentro de una vecindad o un barrio hacen que los ciudadanos se unan para mejorar o solucionar esos inconvenientes. No hablo solo de arreglar el asfaltado, servicios urbanísticos (agua, luz, recogida de residuos, etc.) sino también de problemas sociales como son el paro, el fracaso escolar, el abandono escolar temprano, la pobreza. Un vecino en igualdad de condiciones que tú puede ayudarte a mejorar como persona, a hacer el lugar en el que vives mejor. Sin embargo si está limitado porque sufre pobreza, porque tiene dificultades para acabar sus estudios, su formación; será un lastre en la mejora del entorno en el que vives y tendrás que hacerlo solo. Pueden más cuatro brazos que dos. Es por eso que asociarse y por ende las asociaciones de vecinos son la semilla para que una sociedad democrática crezca fuerte y vaya mejorando día a día en su bienestar.
Centrándonos en la ciudad en la que hemos nacido, hemos crecido y en la que vivimos, Melilla, la participación de las asociaciones de vecinos en las decisiones que atañen a su presente y futuro es fundamental para su crecimiento. Su implicación en dirigir el rumbo que debe tomar la ciudad permitiría crecer desde el ciudadano y no al revés, como ocurre en estos momentos, que la ciudad crece desde el que nos gobierna, sin cimientos sólidos que lo sostengan.
No podemos permitir que las asociaciones de vecinos en Melilla tengan como única aspiración y objetivo participar en la convocatoria anual de subvenciones que otorga la ciudad. Tenemos que darle más protagonismo e integrarlas en las decisiones de carácter económico, de infraestructuras, educativas o sanitarias que se tomen en la ciudad. Es por eso que considero necesario la puesta en marcha del consejo de asociaciones de la ciudad donde tengan cabida también los miembros de la asamblea de la ciudad. Una ciudad que crece desde la opinión y el conocimiento de sus ciudadanos crece más fuerte y observa el futuro con mayores garantías.
