Melilla concluye el Encuentro Interreligioso reafirmando que “la diversidad no es una amenaza, sino una riqueza que fortalece la convivencia y la dignidad humana”

Participantes del encuentro interreligioso en Melilla en un salón elegante

“El futuro que anhelamos no se levantará sobre muros de miedo, sino sobre puentes de respeto, conocimiento y confianza mutua”

 

Melilla ha puesto fin este viernes por la mañana al primer Encuentro Interreligioso ‘Puentes de Paz y Convivencia’ que se ha celebrado en la ciudad autónoma en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga, CIFAL Málaga, la Universidad de La Paz de la ONU y numerosas entidades culturales y religiosas.

De este modo, y tras compartir un espacio de diálogo sincero, respeto mutuo y cooperación, han llegado a la conclusión de que en un mundo marcado por tensiones geopolíticas, desigualdades y discursos que promueven la división, este encuentro ha reafirmado que “la diversidad no es una amenaza, sino una riqueza que fortalece la convivencia y la dignidad humana”.

“Reconocemos que el diálogo interreligioso y la diplomacia local son herramientas imprescindibles para avanzar hacia sociedades más justas, inclusivas y pacíficas, en consonancia con la Agenda 2030 y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16”, han manifestado, erigiendo a Melilla y Málaga como ciudades mediterráneas y plurales, “símbolo de entendimiento y como punto de encuentro entre culturas, religiones y pueblos”.

“Diálogo permanente”

Así pues, y desde la experiencia de este primer Foro Interreligioso, los participantes reafirman su compromiso de promover “el diálogo permanente entre religiones, culturas y generaciones, como vía para prevenir conflictos y construir paz duradera”; reconocen la “responsabilidad común” de las instituciones religiosas y civiles de actuar con “humildad, coherencia y respeto hacia las diferencias”, e invitan a ambas localidades a que se comprometan a continuar siendo “referentes del diálogo mediterráneo, alternando anualmente este foro como símbolo de una alianza duradera por la paz”.

Paz

Con esperanza, pero también con realismo, los participantes reconocen que la paz “no es un estado, sino un proceso que requiere voluntad política, educación, y una ciudadanía consciente de su papel como constructora de convivencia”.

“El futuro que anhelamos no se levantará sobre muros de miedo, sino sobre puentes de respeto, conocimiento y confianza mutua”, concluyen.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€